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Oleada de indignación global por Gaza abre una brecha en la impunidad de Israel

Oleada de indignación global por Gaza abre una brecha en la impunidad de Israel
Manifestantes propalestinos protestan durante la decimoquinta etapa de la Vuelta ciclista a España. EFE/ Eliseo Trigo

Manifestaciones en capitales europeas, protestas como las de la Vuelta Ciclista a España o las reivindicaciones del mundo de la cultura impulsan la denuncia mundial

Los ciclistas del Israel Premier Tech han participado esta semana en la Vuelta a España en medio de abucheos, flanqueados por banderas palestinas o ante mujeres disfrazadas de madres palestinas con sus hijos envueltos en sudarios blancos en los brazos. Los activistas emulaban así las imágenes de muerte que, cada vez más atroces y desde hace casi dos años, los que dura la matanza israelí, llegan desde la Franja, informó el diario El País.

Esas estampas, a las que se han sumado ahora las de niños reducidos a piel y huesos por la desnutrición, están impulsando unas protestas que, en las últimas semanas, han aumentado su número, su intensidad y también su alcance global, de forma paralela a una hambruna que Naciones Unidas declaró oficialmente el 22 de agosto.

Las numerosas y constantes, aunque solo en ocasiones multitudinarias, muestras de rechazo globales a Israel por una agresión militar que ya ha causado más de 64,300 asesinatos en la Franja no detendrán por sí solas a ese país. El régimen de Benjamín Netanyahu cuenta con apoyos férreos: El de Estados Unidos y sus armas -así como su veto en el Consejo de Seguridad- o el de Alemania. También ampara su impunidad en la pasividad de su primer socio comercial, la Unión Europea -destino del 32% de sus exportaciones en el 2024- que no ha adoptado sanción alguna en su contra.

Manifestantes propalestinos protestan durante la decimoquinta etapa de la Vuelta ciclista a España que se disputa entre Vegadeo (Asturias) y Monforte de Lemos (Lugo) sobre un recorrido de 167,8 kilómetros. EFE/ Eliseo Trigo

El 22 de agosto, la ONU declaró la hambruna en la Franja. Ya antes, las manifestaciones de repulsa a la ofensiva israelí habían proliferado. La agonía de palestinos como los 104 que, desde esa fecha, han sucumbido a la inanición impuesta por el bloqueo israelí –más del 25% de las 382 muertas de hambre desde el inicio de la agresion-, está marcando un punto de inflexión en la censura a Israel por la destrucción de Gaza.

Esa repulsa se expresa en diferentes ámbitos: desde el deporte a la cultura, la academia o los organismos internacionales y las ONG de ayuda humanitaria, que llevan dos años clamando contra el infierno que padecen los palestinos. También en las calles.

Este sábado se celebraron manifestaciones propalestinas en Londres, París, Madrid, Seúl o Pensilvania, entre otros lugares. En la capital británica, la policía detuvo a 900 personas. La represión de las protestas por Gaza en países tradicionalmente aliados de Israel se considera otra vara de medida del alcance de esas manifestaciones.

El pasado 9 de agosto una movilización internacional por Palestina reunió en el conjunto de las protestas a decenas de miles de personas en Estambul, Madrid y otras ciudades españolas, Ámsterdam, Ginebra y Kuala Lumpur, entre otras. La hambruna en el territorio palestino llevó dos días después a 100.000 personas a marchar en las calles de Brisbane (Australia), según la policía local.

El pasado viernes, el festival de cine San Sebastián emitió un comunicado que condena “el genocidio” de Israel en la Franja. Dos días antes, el público de otro festival, el de Venecia, premiaba con la ovación en pie más larga que se recuerda -casi media hora- la película que narra el aterrador final de Hind Rajab, una niña palestina de seis años asesinada en el coche de su familia, acribillado con más de 300 balazos por un tanque israelí en la Franja.

El día 22, la organización Venice4Palestine, que reúne a 1,500 nombres del cine italiano y alguno internacional -como el director Ken Loach- había pedido por carta a ese certamen una condena clara de Israel.

En España, la plataforma Artistas con Palestina, que reúne a figuras públicas como Pedro Almódovar o la cantante Rozalén, está exigiendo, por su parte, al gobierno español que corte las relaciones con Israel.

Más de 200 exembajadores y antiguos altos funcionarios europeos reprocharon el 23 de agosto a la Unión Europea, en una carta abierta, su ausencia total de sanciones contra Israel. Esa misma semana, la Asociación Internacional de Académicos del Genocidio (IAGS), la mayor institución global dedicada al estudio de ese crimen, definió con ese término la ofensiva militar en Gaza.

Solo cuatro países, Belice, Bolivia, Colombia y Nicaragua han roto sus relaciones con el Estado judío por la ofensiva que el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU considera un “genocidio”. Otros 10, todos del Sur Global, han suspendido sus relaciones con el Estado judío, entre ellos Brasil y Sudáfrica.

Nueve estados se han sumado desde octubre del 2023 al centenar largo de miembros de la ONU que ya reconocían al Estado palestino: ahora son 147 de 193. Uno de ellos es España, que lidera, junto con países como Irlanda, el grupo de miembros de la UE más críticos con Israel: quienes piden la suspensión, al menos, del capítulo comercial del acuerdo de asociación de los Veintisiete con ese país.

Esa posibilidad se ha topado hasta ahora con el veto, sobre todo, de Alemania. Y ello a pesar de que una encuesta encargada por la cadena pública ARD en agosto elevaba a un 66% los alemanes partidarios de aplicar más presión sobre Israel.

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