Ocurre en la víspera de una jornada de protestas nacionales convocadas por el movimiento social Bloqueemos todo, y a nueve días de huelgas y paros sindicales apoyados por la izquierda
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, trató de cerrar rápidamente la crisis política tras la caída de François Bayrou como jefe de gobierno, nombrando este martes como sucesor a Sébastien Lecornu, de 39 años de edad, hasta ahora ministro de Defensa, informó el diario El Nacional.
El nombramiento ocurre en la víspera de una jornada de protestas nacionales convocadas por el movimiento social Bloqueemos todo, y a nueve días de huelgas y paros sindicales apoyados por la izquierda.
Desde que Bayrou oficializó su dimisión en el Palacio del Elíseo, Macron tardó menos de cinco horas en designar a Lecornu, uno de sus hombres de confianza.

La rapidez del relevo llamó la atención, pues se trata del cuarto primer ministro en menos de dos años y el séptimo desde el 2017. En un comunicado, Macron pidió a Lecornu construir “acuerdos esenciales” para aprobar el Presupuesto del 2026, fracaso que provocó la salida de Bayrou por la oposición de Marine Le Pen y de la izquierda.
El mandatario también le encargó formar un gobierno que “defienda la independencia y el poder de Francia” y que garantice la “estabilidad política e institucional necesarias para la unidad del país”, en un momento de tensión social y económica.
La designación de Lecornu, antiguo miembro de Los Republicanos (LR) y considerado cercano a Macron, no sorprendió, pues su nombre había sonado en anteriores cambios. El presidente valora su fidelidad, discreción y capacidad de consenso.
Lecornu es el cuarto primer ministro de Macron en menos de un año, tras Gabriel Attal (2024), Michel Barnier (2024) y François Bayrou (2024-2025). Los dos últimos cayeron por mociones en la Asamblea Nacional, fruto de alianzas entre la ultraderecha y la izquierda.

Si Lecornu quiere evitar el mismo destino, deberá alcanzar acuerdos con la extrema derecha de Le Pen o con sectores progresistas, en especial los socialistas. Su primera gran prueba será la presentación del Presupuesto del 2026 en octubre, bajo la presión de los mercados y las protestas sociales.
Este miércoles asumirá formalmente sus funciones en Matignon, en ceremonia con Bayrou, y en los próximos días anunciará su gabinete.
La oposición reaccionó con dureza: Marine Le Pen calificó el nombramiento como “el último cartucho del macronismo” y reiteró que unas elecciones legislativas anticipadas son “inevitables”.
El líder socialista Olivier Faure descartó cualquier participación y criticó la falta de justicia social, fiscal y ecológica.
En La Francia Insumisa (LFI) fueron más lejos, al exigir de nuevo la dimisión de Macron.
En contraste, Bruno Retailleau, líder de LR y ministro del Interior saliente, se mostró dispuesto a buscar acuerdos para construir una “mayoría nacional”, pese a las diferencias internas en su partido.
También respaldó a Lecornu el exprimer ministro Édouard Philippe, actual líder de Horizontes.
