Autoridades alertan sobre agresiones, tiroteos, vandalismo y amenazas en al menos cuatro centros del distrito
La creciente violencia en los barrios del distrito de San Miguelito ha comenzado a trasladarse a los centros de salud, generando preocupación entre autoridades y personal médico, de acuerdo con información del diario La Prensa.
Según la Dirección Regional de Salud, en lo que va del año 2025 se han registrado múltiples incidentes violentos dentro y en los alrededores de al menos cuatro de los seis centros de salud del área, incluyendo peleas entre pacientes, amenazas al personal, vandalismo y hasta un tiroteo.
“La violencia de los barrios está llegando dentro de los centros de salud”, advirtió Yaviletsy Centella Polanco, directora regional de Salud, quien señaló que los profesionales sanitarios trabajan bajo amenaza constante.
Entre los casos más graves, mencionó un tiroteo durante las elecciones del Comité de Salud en el Centro de Salud de Valle de Urracá, el pasado 7 de septiembre, que terminó con la renuncia de la directora del centro tras recibir amenazas.
En el Centro de Salud Amelia Denis de Icaza, una pelea entre pacientes terminó con daños a la infraestructura y un charco de sangre en el área de espera. En Veranillo, la presencia de habitantes de calle que consumen drogas genera constantes peleas, mientras que un homicidio ocurrido en una zapatería contigua durante el horario de atención sembró el pánico entre los usuarios.
En el Centro de Salud de Torrijos-Carter, se han registrado agresiones físicas directas al personal médico, y los equipos que realizan trabajo comunitario en áreas como Cerro Batea han sido amenazados y asaltados, lo que obligó a suspender operativos de control del dengue.
“Nos lanzan piedras, nos asaltan, o tenemos que salir corriendo de ciertas zonas. No podemos seguir trabajando bajo amenaza”, lamentó Centella, quien también detalló que en casos donde pandilleros heridos o esposados llegan a consulta, los médicos deben atenderlos rápidamente y encerrarse en los consultorios para no poner en peligro al resto de los pacientes.
La directora regional aseguró que, aunque hay vigilancia policial de lunes a viernes en horario laboral, los fines de semana la seguridad es mínima o inexistente. “Necesitamos mayor presencia policial y apoyo para garantizar condiciones seguras de atención”, enfatizó.
Actualmente, los centros de salud de Amelia Denis de Icaza, Veranillo, Torrijos Carter y Valle de Urracá cuentan con unidades policiales en horario diurno, según el subcomisionado Walter Stanziola, jefe de la 11.ª Zona de Policía de San Miguelito. También explicó que los pacientes detenidos son trasladados con custodia y bajo protocolos de seguridad.