El renovado recorrido ofrece una experiencia sensorial y vistas únicas de París desde la histórica catedral
Los visitantes podrán volver a subir los 424 escalones que conducen a las torres de la catedral de Notre Dame, seis años después del devastador incendio del 15 de abril del 2019 que destruyó parte de su techo y estructura, informó la agencia EFE.
El regreso de las visitas marca un hito en la restauración del icónico monumento parisino, con un recorrido completamente rediseñado que comienza en la torre sur, la más cercana al río Sena, allí, los turistas podrán pasar a pocos metros de Emmanuel, la campana mayor de Notre Dame, de 13.3 toneladas, fundida en 1681 y sobreviviente del incendio.
“Esperamos que los visitantes estén encantados de poder redescubrir las torres de Notre Dame y que, además, queden realmente maravillados con este nuevo recorrido”, comentó Julie Schafir, jefa de mediación del Centro de los Monumentos Nacionales de Francia.
El nuevo circuito permite también el acceso a la terraza a 69 metros de altura, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de 360 grados del centro de París, además el recorrido concluye en la torre norte, donde una creación sonora especialmente diseñada despide a los visitantes.
Con un enfoque más sensorial e inmersivo, la visita reemplaza los textos informativos tradicionales por una experiencia que evoca momentos clave de la historia de la catedral y de Francia. Schafir subraya que ahora la arquitectura habla por sí misma, permitiendo al visitante conectarse de forma más íntima con el monumento.
Durante el recorrido, los visitantes atraviesan espacios estrechos y pasajes bajos, pero una nueva escalera de roble macizo facilita el flujo bidireccional, mejorando significativamente la comodidad.
Las visitas están limitadas a 1,400 personas por día en temporada alta y 900 en temporada baja, con una capacidad anual máxima de 400,000 visitantes, 50,000 menos que antes del incendio. La medida busca mejorar la calidad de la experiencia para cada visitante.
La reapertura de las torres marca un paso importante en la resurrección de uno de los símbolos más queridos de Francia, devolviendo al público la posibilidad de contemplar París desde uno de sus puntos más emblemáticos.