También defendió la neutralidad de la vía interoceánica y propuso una reforma integral para asegurar que el Consejo de Seguridad del organismo internacional sea más efectivo
“El Canal, neutral abierto al mundo y facilitador de un comercio más integrado, es y seguirá siendo panameño”, reiteró este miércoles el presidente José Raúl Mulino ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“No puedo dejar pasar esta oportunidad para destacar que hemos cumplido un cuarto de siglo desde que nuestro Canal pasó a manos panameñas. Hemos administrado de manera ejemplar la vía acuática, contribuido al desarrollo económico del país y operado el Canal para beneficio de la navegación internacional. En este periodo, Panamá amplió la ruta interoceánica con recursos propios, para atender la demanda de buques de mayores dimensiones”, señaló el mandatario.
Ahora vamos a dar un paso más. Acompañamos a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en el desarrollo del reservorio de Río Indio, un ambicioso proyecto para garantizar el agua de la población y del Canal, así el tráfico de buques no se verá amenazado a causa de las sequías que azotan de tiempo en tiempo”, explicó Mulino.

Destacó que la vía acuática sirve a más de 180 rutas marítimas y más de 140 naciones, y por ella transita, aproximadamente, el 4% del comercio mundial. “Tenemos el compromiso de garantizar la eficiencia en favor de la logística internacional”, dijo el mandatario.
Ante la Asamblea, reafirmó una vez más, el serio y sostenido compromiso hacia el régimen establecido en el Tratado concerniente a la Neutralidad permanente, y a cuyo protocolo se han adherido numerosos Estados.
“La neutralidad es la fórmula más adecuada para proteger la seguridad de nuestro Canal, un bien de utilidad global”, sostuvo Mulino.
Por otro lado, Mulino mostró su solidaridad con el pueblo japonés, en ocasión de cumplirse 23 años de la admisión por parte de Corea del Norte del secuestro de, al menos, 17 ciudadanos japoneses. “El mundo necesita saber la verdad para que hechos como estos no se repitan. Japón merece justicia”, afirmó.

También se refirió a los que no respetan la voluntad popular en las urnas.
“Reiteramos el inalienable respeto a la libertad y a la democracia en nuestra región, que sigue sufriendo inestabilidad por parte de quienes no permiten elecciones abiertas y transparentes”.
Destacó también que la política multilateral coadyuvó para que Panamá lograra salir de las listas discriminatorias donde la habían colocado la Unión Europea y el GAFI y señaló que es una incoherencia ser parte del Consejo de Seguridad y, a la vez, compartir listas con países que propician el terrorismo.
Mulino propuso combatir las causas de la migración y recomendó una reforma integral para asegurar que el Consejo de Seguridad sea más efectivo; la Asamblea General, más representativa; las agencias especializadas, más inclusivas; y, sobre todo, reducir la burocracia.
Panamá, al igual que otros países, pide una mayor representación de América Latina y el Caribe en los órganos de toma de decisiones. Ha llegado el momento de que la arquitectura de la gobernanza multilateral se actualice”, dijo el mandatario.
“Queremos ser parte de una ONU capaz de prevenir conflictos antes de que ocurran; que pueda actuar con prontitud en emergencias humanitarias; que coordine mejor sus agencias a nivel de campo; y que represente más fielmente la diversidad de personas en el mundo”, señaló.

Agregó que Panamá se ha ofrecido a acoger oficinas de Organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas, en apoyo a los esfuerzos de reforma en el marco de la Iniciativa ONU 80.
Señaló que “cumpliendo con su labor de contener y evitar el trágico desenlace de una guerra global —misión fundamental de su razón de existir— la ONU enfrenta, además, el desafío de impulsar acciones urgentes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “El mundo se encuentra hoy ante tres crisis devastadoras: la climática, la de contaminación y la pérdida de biodiversidad, todo en un escenario de cooperación fragmentada. La respuesta a estas crisis debe ser rápida y solidaria”.
Explicó que ante esto, Panamá presentó el Nature Pledge, un Pacto con la Naturaleza. “En la práctica, Panamá se compromete a reducir sus emisiones para el año 2035. Aun siendo un país carbono negativo, creemos que siempre se puede dar un paso más en favor de la sostenibilidad para las futuras generaciones. Por ello, restauraremos 100,000 hectáreas de ecosistemas prioritarios, incluyendo manglares y cuencas hidrográficas, porque la naturaleza es nuestra primera línea de defensa frente al cambio climático”, sostuvo el mandatario.
