Más del 63% de los mexicanos consideran que la inseguridad sigue siendo el principal problema en el país
Un año después de asumir la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum afronta importantes retos, entre ellos los altos niveles de violencia y las presiones crecientes desde Estados Unidos, con una popularidad que, según encuestas, supera el 70 % de aprobación, informó la agencia EFE.
“Vamos bien y vamos a ir mejor. Repito: Vamos bien y vamos a ir mejor. Llegamos a seguir transformando la nación, por la paz y el bienestar del pueblo”, afirmó Sheinbaum, de 63, años, en su primer informe de gobierno a comienzos de septiembre.
No obstante, la mandataria, primera mujer en gobernar el país, llega a su primer aniversario con un balance complejo: Avances en programas sociales y estabilidad económica, pero con cuestionamientos sobre la estrategia de seguridad y la relación con Washington.

En este sentido, David Saucedo, analista en temas de seguridad, explicó a EFE que hay “tres o cuatro” formas de evaluar la gestión de la gobernante mexicana.
Una de ellas, dijo, está basada en promesas de campaña, donde “queda a deber” ya que ofreció reducir los homicidios en un 50% “algo que aún está lejos de cumplirse”.
“Si medimos con métricas oficiales, hay disminución en algunos delitos, pero persisten dudas sobre la veracidad de las cifras. Y si nos guiamos por la percepción ciudadana, la aprobación de la presidenta es alta, pero en seguridad se siente un déficit”, indicó Saucedo.

De acuerdo con cifras oficiales, los homicidios han mostrado una reducción de 25% en los primeros 11 meses del mandato de Sheinbaum, aunque se mantiene en torno a los 65 al día.
Sin embargo, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) revela que más del 63% de los mexicanos consideran que la inseguridad sigue siendo el principal problema en el país.
“La narrativa oficial habla de un país más seguro, pero el ciudadano de a pie no lo percibe. Incluso las encuestas oficiales muestran una percepción reprobatoria hacia las instituciones de seguridad”, apuntó Saucedo.

Otro criterio clave para evaluar a Sheinbaum es la relación con Estados Unidos, marcada por críticas y presiones.
“La opinión de Washington pesa más que cualquier otra. Además, mantienen un chantaje interminable en materia arancelaria para obligar a México a contener la migración y el tráfico de drogas”, explicó Saucedo.
El experto mencionó presiones de la Casa Blanca para aumentar los decomisos, extradiciones y presencia de la Guardia Nacional en las fronteras, así como sanciones políticas como la cancelación de visas a funcionarios mexicanos.
En el primer año de Sheinbaum, el escenario del crimen organizado también se transformó.
La división interna del Cartel de Sinaloa generó nuevas alianzas: Los Chapitos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), frente a una coalición encabezada por Ismael El Mayo Zambada y otros grupos regionales.
En ese sentido, los principales desafíos del gobierno son el narcoterrorismo, entendido como ataques del crimen organizado contra civiles para sembrar miedo y presionar al Estado, y la narcopolítica, es decir, la infiltración de los cárteles en procesos electorales mediante financiamiento o amenazas.
