El rapero enfrenta hasta 20 años de prisión por dos cargos relacionados con prostitución; víctimas y defensores han pedido al juez penas opuestas
El rapero Sean Combs, conocido mundialmente como Diddy, será sentenciado este viernes por un tribunal federal en Nueva York, en un proceso que ha captado la atención pública por sus implicaciones legales, sociales y mediáticas, informó la agencia EFE.
Aunque se libró de una posible cadena perpetua tras ser absuelto de los cargos más graves, Combs aún enfrenta hasta 20 años de prisión por dos delitos relacionados con el transporte de personas para ejercer la prostitución.
Combs, de 55 años, comparecerá personalmente ante el juez Arun Subramanian en una audiencia que promete ser tensa y cargada de testimonios, luego de que su equipo legal fracasara esta semana en su intento de anular los cargos o convocar un nuevo juicio.

El pasado julio, un jurado exoneró a Combs de los cargos más severos que pesaban sobre él -crimen organizado y tráfico sexual- por los que podría haber sido condenado a cadena perpetua.
No obstante, fue hallado culpable de dos cargos de transporte con fines de prostitución, por los que la fiscalía ha solicitado al juez que imponga una condena no inferior a 11 años.
“Combs no muestra arrepentimiento y justifica sus abusos como parte de relaciones tóxicas. Una pena sustancial es necesaria para reflejar la gravedad de sus acciones”, argumentó la fiscalía en una carta enviada esta semana al juez Subramanian.

Por su parte, la defensa ha solicitado una sentencia de 14 meses -que Combs ya habría cumplido casi en su totalidad desde que fue encarcelado en septiembre del 2024- y ha pedido que se le juzgue únicamente por los cargos en los que fue declarado culpable.
Uno de los puntos clave del juicio fue el testimonio de la cantante Cassie Ventura, expareja del rapero, quien relató abusos físicos, sexuales y episodios prolongados de coerción.
Ventura describió los llamados “freak offs”, orgías organizadas por Combs con trabajadores sexuales y drogas, en los que ella fue forzada a participar durante más de una década de relación.
La cantante volvió a alzar la voz esta semana en una carta dirigida al juez, en la que pidió una sentencia que refleje la gravedad del daño que sufrió. “Todos los días tengo pesadillas. Me preocupa que Combs o sus cómplices vengan a por mí o a mi familia”, dijo.

Otras víctimas, como Capricorn Clark (exempleada del artista), y una asistenta identificada como “Mia”, también han solicitado que se imponga una condena ejemplar. Mia incluso pidió intervenir de nuevo ante el tribunal este viernes.
En contraste con los testimonios acusatorios, la defensa del rapero ha presentado numerosas cartas de apoyo, incluyendo escritos de su madre, seis de sus hijos, la rapera Yung Miami y otros allegados, quienes lo describen como un hombre cariñoso, dedicado a su familia y comprometido con ayudar a otros.
Llamativamente, una de las mujeres que figuraban como presuntas víctimas en la acusación original, Virginia Huynh, también se ha posicionado a favor del artista.
En una carta enviada en agosto, Huynh pidió al juez que concediera la libertad bajo fianza a Combs, asegurando que este reconoció sus errores y está comprometido con cambiar su comportamiento.
La audiencia de este viernes se prevé decisiva tanto para la figura pública de Sean Combs como para el debate más amplio sobre abuso de poder en la industria del entretenimiento, el juez Subramanian deberá equilibrar la presión de las víctimas, la gravedad de los cargos, el tiempo ya cumplido por el acusado y los testimonios en su defensa.
