Situada en pleno desierto del Neguev, alberga a casi 500 activistas y ciudadanos extranjeros arrestados cuando intentaban llegar a Gaza por mar
La prisión de alta seguridad de Saharonim, en el árido desierto del Neguev, al sur de Israel y cerca de la frontera con Egipto, se ha convertido en un inusual punto de encuentro diplomático, informó la agencia EFE.
Representantes consulares de al menos 16 países acudieron al lugar para visitar a sus ciudadanos detenidos tras participar en la Flotilla Global Sumud, una acción marítima que buscaba llegar a Gaza con ayuda humanitaria.
Entre los diplomáticos presentes había representantes de España, Italia, Grecia, Francia, Alemania, Colombia, Chile, Portugal, Holanda, Australia, Reino Unido, Japón, Jordania, Bahréin, Suecia y otros países.
Según confirmaron fuentes diplomáticas, los arrestados incluyen 27 ciudadanos griegos, cuatro portugueses, dos colombianos, dos chilenos, un japonés, así como un número indeterminado de otras nacionalidades, entre ellos alrededor de 50 españoles.
A pesar del calor sofocante, cercano a los 40 grados, y de las tormentas de arena que azotaban la zona, los diplomáticos permanecieron durante horas para asistir a las audiencias judiciales internas que buscaban prolongar la detención de los activistas a la espera de su deportación.
La prisión de Saharonim, creada en el 2007 como un centro para migrantes irregulares procedentes de África, se ha transformado hoy en un centro de máxima seguridad que, según las autoridades penitenciarias israelíes, alberga también a residentes ilegales pertenecientes a la Autoridad Palestina y a reclusos con cadena perpetua.
Mientras los diplomáticos entraban y salían de la cárcel en vehículos oficiales con matrícula blanca, abogadas del equipo jurídico de la Flotilla denunciaban demoras y restricciones para acceder a sus defendidos, señalando que muchos estaban compareciendo sin representación legal.
La detención de los activistas, entre los que se encontraría también la reconocida activista climática Greta Thunberg, de nacionalidad sueca, ha generado preocupación internacional. Las autoridades suecas, sin embargo, no confirmaron ni desmintieron su presencia por motivos de privacidad.
Las audiencias en la prisión se extendieron durante toda la jornada y, según informaron funcionarios judiciales, continuarían hasta el inicio del Shabbat, el día sagrado judío, cuando cesan muchas actividades institucionales en Israel.
Con cifras de detenidos que oscilan entre 450 y 473, según distintas fuentes, las representaciones diplomáticas anunciaron que tendrán que volver a Saharonim en los próximos días para completar las entrevistas con sus nacionales y seguir de cerca los procedimientos de deportación.