El injerto auxiliar funcionó correctamente el primer mes, pero luego tuvo que retirarse por el desarrollo de complicaciones
El camino hacia el uso de órganos de animales -modificados genéticamente- para trasplantes en humanos parece cada vez mejor pavimentado. Pero es un camino con importantes obstáculos todavía. Así lo demuestra el caso que se publica este jueves: la primera persona viva a la que se le ha trasplantado un hígado de cerdo modificado genéticamente, informó el diario El País.
Ese paciente, de 71 años, con cirrosis y cáncer de hígado, pudo aprovechar este órgano durante más de un mes, en el que funcionó correctamente.
Pero en el día 38 surgieron unas complicaciones que obligaron a deshacer lo andando y, finalmente, este hombre acabó muriendo cuatro meses después, en el día 171 tras el trasplante. Por tanto, es un paso que demuestra que es posible, pero también lo complicado que es conquistar este terreno en un ámbito, el de los trasplantes, donde la necesidad de órganos viables es acuciante.

“Este caso demuestra que un hígado de cerdo modificado genéticamente puede funcionar en un ser humano durante un periodo prolongado”, asegura el investigador principal del trabajo, Beicheng Sun, del Hospital Universitario de Anhui, en Hefei (Anhui, China).
Es un paso crucial que demuestra tanto el potencial como los obstáculos pendientes, especialmente en lo referente a los problemas de coagulación y complicaciones inmunitarias que deben resolverse”, reconoce ese especialista en una nota difundida por la revista en la que se publica su logro, Journal of Hepatology.
En China, de donde era este paciente, cientos de miles de personas sufren insuficiencia hepática cada año, pero en el 2022 apenas unas 6,000 recibieron un trasplante.
En Europa, el año pasado hubo más de 22,000 pacientes en lista de espera para recibir un trasplante de hígado y de ellos únicamente la mitad recibieron el ansiado trasplante y más de 2,300 pacientes fallecieron en lista de espera.
Según la Organización Mundial de la Salud, miles de pacientes mueren cada año esperando un trasplante de órgano debido a la escasez de donantes humanos.
