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Nobel de Química premia el desarrollo de un nuevo tipo de arquitectura molecular

Nobel de Química premia el desarrollo de un nuevo tipo de arquitectura molecular
EFE/EPA/FREDRIK SANDBERG/TT SWEDEN OUT

Richard Robson, Susumu Kitagawa y Omar M. Yaghi son reconocidos por desarrollar estructuras metalorgánicas con aplicaciones en sostenibilidad y captura de gases

El Premio Nobel de Química ha sido concedido al británico Richard Robson, al japonés Susumu Kitagawa y al jordano Omar M. Yaghi por el desarrollo de un nuevo tipo de arquitectura molecular, las estructuras metalorgánicas, conocidas como MOF por sus siglas en inglés, informó la agencia EFE.

Estas sofisticadas construcciones, caracterizadas por su gran porosidad, versatilidad y estabilidad, tienen múltiples aplicaciones prácticas ya en marcha, como la captura de dióxido de carbono (CO2), el almacenamiento de gases como hidrógeno o metano, la recolección de agua del aire en regiones desérticas o la eliminación de sustancias contaminantes del agua.

“La arquitectura de los MOF abre oportunidades que antes eran impensables, permitiendo diseñar materiales con funciones completamente nuevas”, señaló la Real Academia de las Ciencias de Suecia.

EFE/EPA/FREDRIK SANDBERG/TT SWEDEN OUT

La historia de este avance se remonta a 1974, cuando Robson, en una clase de química en la Universidad de Melbourne, pidió a sus estudiantes construir modelos moleculares con bolas y varillas de madera. Inspirado por ese ejercicio, comenzó a explorar cómo usar las propiedades naturales de los átomos para ensamblar estructuras moleculares estables.

En 1989, Robson logró combinar iones de cobre con una molécula de cuatro brazos, creando un cristal espacioso lleno de cavidades, algo sin precedentes hasta entonces, y propuso que estas cavidades podían emplearse para catalizar reacciones químicas, anticipando una nueva era en la creación de materiales funcionales.

Aunque en sus inicios estas estructuras se consideraban demasiado frágiles, Susumu Kitagawa y Omar Yaghi avanzaron de forma decisiva entre 1992 y el 2003. Kitagawa demostró que los MOF podían permitir el paso de gases y adaptarse a diferentes condiciones, mientras que Yaghi desarrolló MOF altamente estables y personalizables, acuñando el término “química reticular” para describir este enfoque modular y controlado.

Sus trabajos han abierto la puerta a soluciones frente a grandes desafíos globales, como el cambio climático, la crisis del agua o el desarrollo de combustibles limpios.

Durante la rueda de prensa, Kitagawa expresó su ambición científica. “Mi sueño es capturar aire, separar el dióxido de carbono u oxígeno, y convertirlo en materiales útiles”.

El científico japonés ve en el aire un recurso clave, al contener la mayoría de los elementos necesarios para fabricar materiales sostenibles.

Yaghi, por su parte, recibió la noticia del premio durante una escala aérea rumbo a una conferencia en Bruselas. “No hay nada como esto, es una sensación única”, declaró emocionado.

Robson (1937), doctor por la Universidad de Oxford, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Australia, donde es considerado una figura clave en la investigación química. Kitagawa (1951), actualmente profesor distinguido en la Universidad de Kioto, ha sido reconocido con premios internacionales por su trabajo innovador.

Yaghi (1965), nacido en Amán y formado en EE. UU., es profesor en la Universidad de California, Berkeley, y ha sido galardonado previamente con el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, entre otros.

Este Nobel no solo celebra una vida dedicada a la ciencia, sino también un descubrimiento que puede marcar un punto de inflexión en cómo la humanidad enfrenta los desafíos del futuro.

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