La crisis se expande más allá de la capital y la OIM advierte sobre el colapso de recursos y la urgencia de una respuesta internacional sostenida
La violencia y la inestabilidad en Haití han provocado un desplazamiento interno sin precedentes, con más de 1.4 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares en lo que va del 2025, según alertó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), informó la agencia EFE.
Se trata de la cifra más alta jamás registrada en el país caribeño, y representa un aumento del 36 % en comparación con finales del 2024.
De acuerdo con el último informe de la Matriz de Seguimiento de Desplazados (DTM), la crisis humanitaria se está extendiendo mucho más allá de la capital, ya que casi dos tercios de los nuevos desplazamientos se han producido fuera de Puerto Príncipe, especialmente en los departamentos del Centro y Artibonite, al norte del país.

Los campamentos de desplazados, según la OIM, están superpoblados y carecen de servicios básicos esenciales, y el número de asentamientos informales también ha crecido, pasando de 142 en diciembre del 2024 a 238 en la actualidad, lo que refleja el deterioro acelerado de la situación.
Además, el informe señala que las comunidades locales están absorbiendo el mayor peso de la crisis, al acoger a alrededor del 85% de los desplazados, a pesar de sus limitados recursos.
Mujeres y niños constituyen más de la mitad de la población desplazada, y muchas familias se han visto obligadas a separarse para proteger a los más vulnerables.
A esto se suma el retorno masivo de haitianos desde el exterior, más de 207,000 personas han sido deportadas desde República Dominicana solo en el 2025, lo que añade presión a las comunidades fronterizas ya afectadas.

Frente a este panorama, la OIM ha ampliado sus operaciones fuera del área metropolitana de Puerto Príncipe, brindando ayuda humanitaria en zonas rurales y provinciales, entre los servicios ofrecidos se incluyen refugios de emergencia, acceso a agua potable, atención médica, apoyo psicosocial y alternativas de subsistencia.
No obstante, la organización hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para aumentar el financiamiento y garantizar tanto la asistencia inmediata como el desarrollo de soluciones a largo plazo que ataquen las causas estructurales del desplazamiento.
“La gravedad de esta crisis exige una respuesta mayor y sostenida”, advirtió Grégoire Goodstein, jefa de misión de la OIM en Haití.
“La generosidad de las comunidades haitianas debe ir acompañada de un renovado apoyo internacional. Lo que se necesita ahora son soluciones sostenibles que restauren la dignidad, fomenten la resiliencia y ofrezcan alternativas reales a quienes viven atrapados en esta compleja emergencia humanitaria”, recalcó.
