Durante una emotiva homilía, monseñor destacó la contribución de la comunidad venezolana y los animó a mantener viva la fe
En el marco de la celebración por la canonización de los santos venezolanos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, dirigió este domingo un emotivo mensaje a los venezolanos residentes en el país, reconociendo su fe, resiliencia y aporte a la vida pastoral de la Iglesia panameña.
“La Iglesia panameña los abraza con cariño y gratitud. Ustedes ya forman parte de nuestra historia, de nuestras comunidades, de nuestras parroquias, de nuestras familias”, expresó monseñor Ulloa, durante la misa dominical, al referirse a la presencia activa de los migrantes venezolanos en distintas áreas de la vida eclesial.
El arzobispo agradeció especialmente la participación de la comunidad venezolana en la liturgia, catequesis, coros y obras sociales, y reconoció los desafíos personales que implica dejar el país de origen.

“Panamá los acoge como hermanos. Aquí tienen un hogar, una Iglesia que los ama y que reza con ustedes por la reconciliación y el renacer de Venezuela”, agregó Ulloa.
Inspirado en el ejemplo de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles, monseñor Ulloa alentó a los venezolanos a seguir siendo semillas de bondad, esperanza y santidad, a pesar de las dificultades. Subrayó que “a ustedes se les puede robar muchas cosas en su pueblo, pero lo que nunca les podrán robar es la esperanza”.
El mensaje concluyó con una invocación a Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, pidiendo su intercesión para que inspire una fe comprometida y transformadora. “Venezuela tiene derecho a soñar, pero también a convertir ese sueño en realidad: libertad, reconciliación y paz. Lo bueno está por llegar”, afirmó el arzobispo.
