Ha descrito al dictador ruso como “un agente de inteligencia” que actúa utilizando “el miedo, la mentira, y la incertidumbre como herramienta de poder”
El final de la guerra de Ucrania sigue siendo uno de los grandes temas pendientes para el presidente Donald Trump, que desde su vuelta al poder, parece determinado a reforzar su figura como mediador internacional. A finales de la semana pasada, Trump conversó con Voldimir Zelenski, de cara a la consecución de un alto fuego. Como resultado, acordó un encuentro Putin en Hungría, que ahora quedó en el aire, informó el diario La Razón.
En ese sentido se ha pronunciado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien ha dejado claro este martes que Rusia no está dispuesta a detener la guerra, al considerar que cuenta con opciones reales de hacerse con todo el Dombás.
Mientras tanto, todos los ojos siguen puestos en el dictador Vladímir Putin, a quien el exagente de la CIA, Sean Wiswesser lleva cerca de 40 años siguiendo de cerca.

En una entrevista con el medio finlandés Yle, Wiswesser ha descrito al dictador ruso como “un agente de inteligencia” que actúa utilizando “el miedo, la mentira, y la incertidumbre como herramienta de poder”.
El antiguo trabajador de la CIA también se ha referido a la invasión de ucrania, y las aspiraciones del líder ruso. Así, ha asegurado a Yle que “no se detendrá hasta que se vea obligado”, ya que su objetivo es “restaurar la influencia soviética”. “Actúa paso a paso. Georgia, Crimea, el este de Ucrania, toda la guerra en
Ucrania: No son eventos separados, sino parte de la misma estrategia”, añade.
Otro de los puntos que destaca el experto en inteligencia rusa, es la importancia de los servicios de seguridad rusos en la política de Putin. “Están acostumbrados a jugar sucio. Presionan, sobornan y usan el medio como arma. En Finlandia y otros países limítrofes con Rusia, esto es particularmente visible a través de las guerras híbridas y las ciberamenazas”, reflexiona Wiswesser.
De esta forma, el estadunidense considera que es mucho más probable que países limítrofes como Finlandia sean víctimas de ataques vinculados con la “propaganda, desinformación y dinero”, que con tanques.
“A menudo la pregunta no es si se producirá un ataque, sino si ya ha ocurrido sin que nadie se haya dado cuenta”, concluye, apuntando a los esfuerzos del Kremlin por influir en el clima político de países occidentales.
