El gobierno diseña una hoja de ruta para adaptar su sector exportador a los nuevos requisitos ambientales de Europa
Con la vista puesta en la sostenibilidad y la competitividad, Panamá ha activado una mesa estratégica de alto nivel para hacer frente a los nuevos requisitos ambientales que impondrá la Unión Europea (UE) a partir de diciembre del 2025, en el marco de su ambicioso “Pacto Verde”, informó el diario La Estrella.
La medida, que exigirá que productos como café, cacao, carne bovina, palma aceitera y madera cuenten con certificación de cero deforestación posterior al año 2020, representa un cambio estructural en el comercio internacional, donde el cumplimiento ambiental se convierte en un nuevo estándar de competitividad.
La reunión fue encabezada por el ministro de Desarrollo Agropecuario, Roberto Linares, el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, y la ministra encargada de Comercio e Industrias, Astrid Ábrego, con el respaldo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“El cumplimiento del Pacto Verde Europeo es un reto urgente para nuestras exportaciones, pero también una oportunidad para posicionarnos como país sostenible y atraer inversiones verdes”, señalaron fuentes del gobierno.
Este martes, los equipos técnicos de las tres instituciones comenzaron a trabajar en una hoja de ruta nacional, que incluirá reformas normativas, incentivos, verificación técnica y trazabilidad, elementos clave para garantizar que los productos panameños puedan seguir accediendo al mercado europeo, uno de los más lucrativos del mundo.
Más allá del desafío regulatorio, el “Pacto Verde” plantea una oportunidad estratégica para Panamá de reposicionar su marca país como exportador ambientalmente responsable y abrir puertas a cadenas de valor sostenibles y diferenciadas.

Los sectores productivos más expuestos -como café, cacao, palma aceitera y madera- también son los que tienen mayor potencial de crecimiento internacional, por lo que el cumplimiento de estas exigencias será clave para su desarrollo económico y reputación global.
La normativa de la UE establece que a partir de diciembre del 2025, los productos que ingresen a su territorio deben demostrar que no provienen de tierras deforestadas después del 31 de diciembre del 2020, esto incluye la obligación de trazabilidad geográfica de cada producto, lo que implica ajustes significativos en los sistemas de producción y certificación de los países exportadores.
Para Panamá, este proceso es visto no solo como una respuesta a la presión externa, sino como una apuesta por el futuro de su economía verde, la conformación de esta mesa de alto nivel, con respaldo internacional y participación técnica multisectorial, marca el primer paso en la transformación del modelo exportador nacional.
