El canciller Yván Gil acusa a Washington de desestabilizar la región con su presencia militar en el Caribe
El gobierno de Venezuela advirtió que una eventual intervención militar de Estados Unidos en su territorio tendría un impacto devastador no solo para el país, sino principalmente para sus naciones vecinas, que serían las más afectadas por las consecuencias de un conflicto en la región, informó la agencia EFE.
“No sería Venezuela la que pagaría las consecuencias más lamentables de una intervención de este tipo. Estamos hablando de los países vecinos: Colombia, el Caribe, Brasil, Guyana y Trinidad y Tobago, esa que su primera ministra nos amenaza y ha asumido una posición de guerra”, afirmó el ministro de Exteriores, Yván Gil, durante la instalación del Encuentro Parlamentario del Gran Caribe en Caracas.
Gil advirtió que la desestabilización regional sería la primera consecuencia de una acción militar “decidida de manera irresponsable” por la Administración de Donald Trump, que mantiene un despliegue de tropas en el mar Caribe cerca de la nación petrolera.
Aseguró, además, que los venezolanos están preparados en perfecta unión cívico-militar-policial para defender la soberanía y continuar el camino de la revolución bolivariana bajo cualquier circunstancia.
El encuentro, que reunió a legisladores de varios países del Caribe y América Latina, busca establecer una hoja de ruta frente a lo que el gobierno venezolano califica como una “presencia militar extravagante” de Estados Unidos en la región.
En la reunión participó también el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, quien calificó la guerra contra las drogas impulsada por Washington como una estrategia geopolítica para justificar intervenciones, despliegue de tropas, violaciones de soberanías y el robo de recursos naturales.
La advertencia venezolana llega en medio de la polémica por ataques recientes del Ejército estadunidense en aguas del Caribe y del Pacífico, que según Washington forman parte de su lucha antidrogas, pero que han dejado al menos 61 muertos tras el hundimiento de 15 embarcaciones.
Caracas rechaza ese argumento y acusa a Estados Unidos de ejecutar un plan de cambio de régimen para controlar los recursos petroleros del país.
En la misma línea, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, denunció este viernes que esos ataques violan el derecho internacional y calificó los hechos como ejecuciones extrajudiciales, instando a Washington a cesar de inmediato las operaciones militares.