Tráfico de drogas, trata de personas y corrupción en el sector privado y estatal destacan en el índice 2025
Panamá volvió a posicionarse como el tercer país de Centroamérica con mayores problemas de criminalidad, de acuerdo con el Índice Global de Crimen Organizado, publicado el 10 de noviembre del 2025 por la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC). En el ranking regional, México ocupa el primer lugar, seguido de Honduras, con Panamá en tercer lugar, informó el diario La Prensa.
El país obtuvo una calificación de 6.93 puntos sobre 10 -donde 0 indica ausencia de criminalidad y 10 el nivel más alto- evaluando dos dimensiones: el mercado criminal y los actores criminales. Entre los delitos más relevantes se incluyen el tráfico de drogas, la trata de personas, delitos financieros, crímenes ambientales, comerciales y cibernéticos.
El informe subraya que Panamá continúa siendo un país de tránsito estratégico para redes transnacionales como el Clan del Golfo, que operan con apoyo de pandillas locales como Bagdad y Calor Calor.

El principal negocio sigue siendo el traslado de drogas desde el sur hacia mercados de Estados Unidos y Europa. El documento cuenta con financiamiento de la Unión Europea y el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la infiltración del crimen organizado en el sector privado y en el gobierno. En el indicador de actores criminales, el sector privado alcanzó 8.0 puntos, un aumento de 0.50 respecto al año anterior, mientras que los actores criminales dentro del Estado registraron 7.5 puntos.
Además, se señala que fondos provenientes de la trata de personas son lavados a través del sector bancario panameño, y se menciona la persistencia de corrupción sistemática, incluyendo casos de dos diputados vinculados a investigaciones de narcotráfico.
A pesar de este panorama, Panamá figura como el segundo país más resiliente ante el crimen organizado en Centroamérica, gracias a la actuación de actores no estatales, políticas y leyes orientadas al combate del crimen y la creciente cooperación internacional.
