Medidas afectan exportaciones a China e India y podrían reducir ingresos rusos hasta un 30%
Las sanciones estadunidenses contra las petroleras rusas Rosneft y Lukoil entraron en vigor, impactando inmediatamente las exportaciones de crudo a China e India, principales destinos del 90% del petróleo ruso por vía marítima, informó la agencia EFE.
La medida, busca minar la capacidad de Moscú para financiar la guerra en Ucrania, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Desde el anuncio, el precio del petróleo ruso Urals se ha desplomado más de 21%, y la diferencia con el Brent supera los $20, la mayor desde principios del 2023. Los ingresos semanales por exportaciones de crudo, que a finales de octubre rondaban los $1,500 millones, se han reducido en un 20%.
Además, varias compañías chinas e indias han disminuido o suspendido sus compras, mientras un tercio del crudo ruso se mantiene en petroleros sin destino.

Estados Unidos concedió prórrogas temporales para la venta de activos de Lukoil, estimados entre $14,000 millones y $20,000 millones, permitiendo que compañías como Chevron y Carlyle evalúen adquisiciones.
Alemania y Bulgaria también recibieron extensiones para operar refinerías de Rosneft y Lukoil en sus territorios, mientras Rumanía busca asumir el control de una refinería para proteger empleos locales.
Estas sanciones podrían no ser las últimas, el presidente Donald Trump expresó que apoyará medidas adicionales contra cualquier país que comercie con Rusia, con sanciones secundarias para intermediarios extranjeros, mientras la Unión Europea (UE) estudia restricciones contra la flota fantasma rusa para evitar eludir las medidas occidentales.
Vladímir Putin minimizó el efecto de las sanciones sobre la industria petrolera, asegurando que no detendrán la guerra, mientras que Estados Unidos estima que, de no cesar las hostilidades, la economía rusa sentirá los efectos adversos en un plazo de seis meses.
