APATEL y APEDE expresan preocupación ante ausencia de propuestas oficiales, mientras la ATP confirma que apuesta por un nuevo modelo
A pocas semanas de que comience la cuenta regresiva hacia la fecha límite del 31 de diciembre del 2025, cuando expiran los incentivos fiscales turísticos, los principales gremios del sector aseguran que aún no existe ninguna propuesta, borrador o lineamiento oficial sobre su continuidad, informó el diario La Estrella.
La Asociación Panameña de Hoteles (APATEL) y la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE) confirmaron que no han recibido información de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) ni del Órgano Ejecutivo sobre qué ocurrirá con el esquema actual, que ha permitido por años atraer inversiones y dinamizar el turismo fuera del distrito capital.
Los incentivos vigentes incluyen exoneraciones de impuestos inmobiliarios, sobre la renta e importación por períodos que van de 10 a 15 años, aplicables a proyectos de hospedaje fuera de Ciudad de Panamá, inversiones nuevas desde $250,000, o remodelaciones desde $100,000.

La ATP confirmó que, por primera vez, la ruta del gobierno no se dirige hacia una prórroga. “El país avanza hacia un nuevo y moderno marco de incentivos turísticos”, afirmó José Tigert, director de Inversiones Turísticas de la entidad.
Según explicó, existe una mesa técnica conjunta con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que evalúa el diseño de una ley más actualizada, competitiva y alineada con mejores prácticas internacionales.
“La Ley 80 culmina el 31 de diciembre del 2025. Más que centrarnos en una extensión, trabajamos en un esquema actualizado y adaptado a las necesidades actuales”, añadió Tigert.

La mesa analiza qué incentivos mantener, fortalecer o transformar para atraer inversiones estratégicas. También destacó que la Dirección de Inversiones Turísticas busca eficiencia, transparencia y confianza en cada trámite.
Para Yovana Segarra, presidenta de APATEL, la falta de información es significativa, por lo que el gremio considera que los incentivos han impulsado empleos, inversión extranjera y desarrollo regional.
APEDE comparte la preocupación y se opone a una prórroga automática, aunque respalda la continuidad del modelo, siempre que esté sujeto a resultados medibles como ocupación hotelera, llegada de turistas y expansión de la oferta en el interior.

Ambas organizaciones coinciden en que la Ley 80 ha sido positiva, pero que debe evolucionar a un marco más moderno, temporal y transparente. APEDE propone incentivos con límites, estándares de sostenibilidad, generación de empleo local verificable y publicación de beneficiarios.
Tanto APATEL como APEDE subrayan que el interior del país debe ser el centro de cualquier nuevo sistema. Destacan que el turismo de naturaleza, bienestar, cultura, gastronomía y experiencias representa una ventaja competitiva que Panamá aún no explota plenamente.
No obstante, advierten que los incentivos por sí solos no resolverán los problemas estructurales del sector, aún se requiere reforzar la infraestructura turística, la conectividad regional, la promoción internacional y la competitividad territorial, además de mejorar la seguridad y la sostenibilidad de los destinos.
