El plan busca reducir la dependencia de China, financiar proyectos estratégicos y promover el reciclaje dentro del bloque
La Comisión Europea propuso este miércoles la creación de un Centro de Materias Primas Críticas encargado de organizar compras conjuntas y coordinar reservas estratégicas en la Unión Europea (UE), con el objetivo de reducir la profunda dependencia del bloque respecto a China, informó la agencia EFE.
Las recientes restricciones de Pekín a la exportación de tierras raras han dejado en situación crítica a numerosas empresas europeas, acelerando la necesidad de reforzar la seguridad de suministro.
El plan, bautizado como ResourceEU, prevé redirigir $3.500 millones en fondos comunitarios hacia proyectos considerados estratégicos y limitar la exportación de desechos de imanes permanentes y aluminio para garantizar que éstos sean reciclados dentro de la UE.

La dependencia europea de China es especialmente extrema, el 99% del suministro de tierras raras y el 93% del magnesio proceden del gigante asiático, además, la UE importa más del 70% de varias materias críticas desde países como Chile, Sudáfrica, Brasil o Turquía.
Los controles impuestos por Pekín en octubre fueron un “despertar” para Europa, señaló el vicepresidente comunitario de Industria, Stéphane Séjourné, subrayando que estas dependencias se convierten en “vulnerabilidades” en un contexto de tensiones geopolíticas.
Bruselas plantea que el nuevo centro actúe de manera similar a los mecanismos utilizados para la adquisición conjunta de gas natural o vacunas durante la pandemia de Covid-19. La iniciativa busca mayor poder de negociación en volúmenes y precios, así como garantizar el suministro en sectores clave como el tecnológico, automotriz o de defensa.
Asimismo, la Comisión prevé lanzar en el 2026 un proyecto piloto para crear reservas comunes para los Veintisiete.
Las empresas, por su parte, deberán mantener reservas mínimas suficientes para evitar situaciones como la de octubre, cuando algunas compañías admitieron que solo tenían existencias para dos semanas sin importaciones chinas.

El plan financiará con $3.500 millones -principalmente del Fondo de Innovación- proyectos estratégicos ya identificados en el marco de la Ley de Materias Primas Críticas, con especial énfasis en tierras raras, baterías y defensa.
Según Bruselas, estos proyectos podrían reducir la dependencia hasta un 50% en el 2029, los fondos podrían ser complementados con recursos de cohesión si los Estados miembros así lo deciden.
Además, la Comisión propondrá en el 2026 imponer controles a la exportación de desechos de imanes permanentes y aluminio, incentivando su reciclaje interno.
Actualmente, la UE importa de China el 90% de las 20,000 toneladas de imanes permanentes que utiliza cada año; con el reciclado, Europa podría cubrir por sí sola hasta el 20% de su demanda.
Bruselas también quiere facilitar que las empresas diversifiquen sus proveedores mediante una plataforma que conecte a las industrias europeas con alternativas fuera de China.
Incluso estudia cubrir la diferencia de precio entre los nuevos suministradores y los más baratos productos chinos, usando mecanismos como contratos por diferencia, similares a los del mercado energético.
“Necesitamos que las empresas europeas dejen de comprar 100% chino y adopten una estrategia real de diversificación”, afirmó Séjourné. “El coste de la independencia es alto, pero mucho menor que el de la dependencia, sobre todo en tiempos de crisis”, añadió.
