La aerolínea sufrió una caída de hasta el 10% en las reservas durante las restricciones aéreas, aunque prevé un cierre de año sólido
La aerolínea estadunidense Delta Air Lines, una de las mayores del país, estimó en $200 millones el coste que tuvo para sus operaciones el cierre del Gobierno federal entre octubre y noviembre, el más largo en la historia de Estados Unidos, con 43 días de duración, aun así, la compañía afirma que su demanda ya ha vuelto a niveles previos, informó la agencia EFE.
En una notificación enviada a la Comisión del Mercado de Valores (SEC), Delta informó de que la demanda se mantiene sana para el trimestre de diciembre y las tendencias son sólidas para principios de 2026.
Según la empresa, el crecimiento en las reservas de viajes ha vuelto a las expectativas iniciales después de un debilitamiento temporal en noviembre relacionado con el cierre del gobierno.
Durante el cierre, miles de empleados federales dejaron de cobrar y muchos controladores aéreos no acudieron a sus puestos, lo que obligó a las autoridades a imponer límites al tráfico aéreo en numerosos aeropuertos del país.
El director ejecutivo de Delta, Ed Bastian, detalló en un foro minorista -citando datos recogidos por The Wall Street Journal- que las reservas cayeron entre un 5% y un 10% durante los diez días en que las restricciones estuvieron en vigor debido a la escasez de personal en el control aéreo.
La aerolínea prevé reflejar este impacto en su cuenta de resultados del trimestre actual, recortando su rentabilidad en unos $200 millones, equivalentes a aproximadamente 25 centavos por acción, explicó Bastian.
De momento, Delta es la única de las grandes compañías aéreas del país que ha detallado públicamente el impacto del cierre gubernamental en sus operaciones, mientras la Administración Federal de Aviación (FAA) mantiene abierta una investigación para determinar si las aerolíneas cumplieron correctamente con las restricciones impuestas durante ese periodo.
Pese al golpe temporal, Delta llega a final de año con una posición financiera sólida, en los nueve primeros meses del ejercicio, la compañía ganó $3,786 millones, un 45% más que en el mismo periodo del año anterior, y registró ingresos récord en el tercer trimestre.