El expresidente francés lanza un libro superventas mientras recorre Francia en una gira de promoción que mezcla reivindicación política y autobiógrafa
Antes incluso de llegar a las librerías, ‘Journal d’un prisonnier’ (Diario de un prisionero), el relato en el que Nicolas Sarkozy narra sus tres semanas en la cárcel de La Santé, ya encabezaba las listas de preventas en línea, informó la agencia EFE.
El éxito se confirmó en la primera firma de ejemplares en una céntrica librería de París, donde el exmandatario se dio un auténtico baño de masas en busca de lavar la imagen de su reciente paso por prisión.
Cientos de personas hicieron cola durante horas frente a la librería Lamartine, en el distrito 16, uno de los bastiones conservadores de la capital. Sarkozy atravesó la multitud entre aplausos y logró esquivar la protesta de dos activistas de Femen antes de saludar a numerosos simpatizantes.
La escena, fuertemente custodiada por la policía, recordó más a la llegada de una estrella musical que a la de un dirigente apartado de la primera línea política desde hace una década y que acumula tres condenas por corrupción y financiación irregular.
La más grave, una sentencia de cinco años de prisión por haber recibido fondos del régimen libio para su campaña presidencial del 2007, lo convirtió en el primer expresidente francés en ingresar en prisión. De esa estancia, acortada por su edad -70 años-, nació el relato que ahora promociona.
A lo largo de sus páginas, Sarkozy insiste en la idea que repite desde hace años. “Mientras me quede un aliento de vida, lucharé con todas mis fuerzas para demostrar mi inocencia”, dijo.
El libro recoge su vida cotidiana como el reo 320535 en una celda de 12 metros cuadrados, aislado del resto de presos y vigilado permanentemente por dos policías. Describe un ambiente sombrío, el silencio roto por ruidos constantes, paredes grises y duchas con apenas un hilo de agua.
Sus días, asegura, transcurrían entre latas de atún, barras energéticas, ejercicio físico, lectura y la escritura del manuscrito, que asegura haber comenzado sin una sola página antes de entrar en prisión.
La marca Sarkozy sigue siendo un valor de mercado. El actual ministro delegado de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, acudió al acto en París, pese a que el expresidente revela en el libro que su relación con Emmanuel Macron ya no es tan cercana.
Afirma haber pasado página y relata que, durante su reclusión, recibió una llamada de Marine Le Pen, a quien aseguró que no respaldaría ningún cordón sanitario contra su partido.
Sarkozy también adelanta que, cuando Macron se vea obligado -según él- a adelantar las legislativas, mantendrá esa misma posición y tiene previsto comunicárselo al primer ministro, Sébastien Lecornu, a quien espera recibir en los próximos días.
Tras París, la gira del libro continuará en Marsella, en otra librería situada en una zona acomodada de la ciudad; después viajará a Cannes y Menton, donde su hijo Louis es candidato a la alcaldía para las municipales del 2026.
El recorrido funciona además como una demostración de que su popularidad sigue intacta entre una parte del electorado conservador, pese a las condenas judiciales.
‘Le journal d’un prisonnier’, publicado por una editorial vinculada al empresario ultraconservador Vincent Bolloré, parece destinado a convertirse en un nuevo superventas, como los doce títulos que Sarkozy escribió anteriormente.
Para cuando el expresidente vuelva a sentarse en el banquillo, el 16 de marzo, en el juicio en apelación por la financiación libia de la campaña del 2007, el libro probablemente haya consolidado su éxito.