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Encuentran en lago de Polonia un arsenal de armas del siglo X

Encuentran en lago de Polonia un arsenal de armas del siglo X

Un hallazgo subacuático excepcional en el lago Lednica saca a la luz armas medievales vinculadas a la élite guerrera de los primeros Piast del año 1030

A simple vista, el lago Lednica, en el oeste de Polonia, transmite actualmente una calma casi absoluta. Sus aguas separan la isla de Ostrów Lednicki del continente y rodean uno de los enclaves más simbólicos del nacimiento del Estado polaco. Sin embargo, bajo esa superficie tranquila se esconde desde hace más de 1,000 años un testimonio silencioso de poder, violencia y ritual que ahora empieza a revelarse con todo su alcance, informó el diario La Razón.

Durante décadas, arqueólogos subacuáticos han explorado este entorno en busca de vestigios del pasado temprano medieval. Lo que ha emergido de esas campañas no es un hallazgo aislado, sino un auténtico arsenal: hachas, espadas y decenas de puntas de lanza que dibujan un panorama mucho más complejo de lo que se esperaba para finales del siglo X y comienzos del XI. En la última campaña, cuatro nuevas lanzas han venido a enriquecer un conjunto ya considerado único en Europa central.

Las cuatro lanzas recuperadas recientemente no son iguales entre sí, y esa diversidad es precisamente una de las claves del descubrimiento.

La más pequeña, de forma romboidal, apareció junto a un fragmento de su asta original de fresno, de más de dos metros de longitud. La conservación de la madera es un hecho excepcional y permite confirmar que en la época coexistían lanzas de tamaños muy distintos, algo que hasta ahora se conocía sobre todo por representaciones iconográficas.

Otra de las puntas presenta una forma estilizada, similar a una hoja de sauce, un diseño ampliamente difundido en la Europa medieval temprana. Su presencia en Lednica refuerza la idea de una tradición artesanal local bien asentada, capaz de producir armas comparables a las de otros grandes centros europeos.

Desde el punto de vista tecnológico, destaca una tercera lanza fabricada mediante soldadura de aceros con distinto contenido en carbono, una técnica avanzada que proporcionaba mayor resistencia y eficacia en combate. Este tipo de forja se asocia a los niveles más altos de conocimiento metalúrgico de la época.

El objeto que más expectación ha generado es, sin duda, una lanza ricamente decorada, considerada por los investigadores como un arma de élite. Su base está ornamentada con metales preciosos como oro, plata y bronce, y cubierta por motivos geométricos en espiral y trisqueles. No se trata solo de un arma funcional, sino de un símbolo de prestigio, posiblemente ligado a un noble o a un miembro destacado del entorno principesco.

Los expertos creen que esta lanza pudo desempeñar un papel ceremonial o identificativo, permitiendo reconocer a su portador tanto en actos rituales como en el campo de batalla. Su sola presencia en Ostrów Lednicki refuerza la idea de que este enclave tuvo una relevancia política y simbólica de primer orden en los inicios de la dinastía Piast.

El estudio de estas armas va mucho más allá de su recuperación. Técnicas como la macrofluorescencia de rayos X han permitido analizar la distribución de elementos químicos en la superficie de la lanza ornamentada, aportando pistas sobre los métodos de trabajo del artesano medieval. A ello se suman análisis dendrológicos de las astas de fresno y dataciones por radiocarbono, que sitúan los objetos con precisión en el periodo Piast temprano.

En el futuro, los investigadores planean emplear tomografía computarizada e incluso análisis isotópicos de los metales para determinar si estas armas se fabricaron en talleres locales o si llegaron desde regiones más lejanas, como Escandinavia o el ámbito eslavo oriental. Resolver esta cuestión podría arrojar nueva luz sobre las redes comerciales y políticas de la Europa del año 1,000.

La gran pregunta sigue siendo por qué tantas armas acabaron en el fondo del lago. Una hipótesis las vincula a conflictos armados, especialmente a las convulsiones de la década de 1030, cuando invasiones y saqueos sacudieron el territorio Piast. Otra teoría apunta a depósitos rituales, una práctica bien documentada en Europa, donde el agua se concebía como un espacio de tránsito hacia lo sagrado.

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