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En Panamá el VSR sigue siendo una grave amenaza para la salud infantil

En Panamá el VSR sigue siendo una grave amenaza para la salud infantil

Estudios destacan el impacto sanitario y económico del Virus Sincitial Respiratorio y respaldan el uso de anticuerpos monoclonales y vacunación materna

El Virus Sincitial Respiratorio (VSR) continúa representando uno de los mayores desafíos de salud pública en la infancia, al ser una de las principales causas de infecciones graves del tracto respiratorio inferior, como bronquiolitis moderada a grave y neumonía, especialmente en lactantes, informó la pediatra Ximena.

A nivel global, la tasa de hospitalización en niños menores de 12 meses alcanza los 15.9 por cada 1,000, cifra que se eleva a 24.07 en los menores de tres meses, mientras que entre el 10% y el 20% de los pacientes hospitalizados requieren ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), con una mortalidad anual cercana al 1,2%.

Los grupos más vulnerables incluyen a recién nacidos prematuros cuyas madres no pudieron ser vacunadas durante la gestación, lactantes menores de seis meses de madres no vacunadas, bebés nacidos antes de que se completara la transferencia de anticuerpos maternos, así como niños con enfermedades cardíacas o pulmonares preexistentes.

Además, la infección por VSR puede aumentar el riesgo de complicaciones respiratorias a largo plazo, como asma o recurrencias de bronquiolitis, con impacto clínico y social persistente.

El peso económico de la enfermedad también es significativo. Cada hospitalización por VSR tiene un costo aproximado de $2,090, que se eleva a $11,087 cuando el paciente requiere atención en la UCI.

A esto se suman los costos indirectos para las familias, como ausencias laborales, desplazamientos y estrés emocional, que afectan la productividad social, especialmente cuando la hospitalización supera el período de licencias parentales, situación que ocurre en más del 18% de los casos.

En este contexto, un estudio realizado en Panamá evaluó el impacto sanitario y económico de las principales estrategias de prevención del VSR y concluyó que el uso de Nirsevimab complementa de manera efectiva la reducción de casos, hospitalizaciones, ingresos a UCI y muertes.

El análisis estima que un programa anual con este anticuerpo monoclonal podría generar ahorros de hasta $10 millones para el sistema de salud panameño, lo que respalda su priorización como estrategia clave.

“Garantizar el acceso equitativo de todos los recién nacidos a estas intervenciones no solo protegerá a los más vulnerables, sino que también disminuirá la presión sobre las unidades de cuidados intensivos y generará bienestar para las familias y la sociedad”, señala Norero.

El VSR es responsable de alrededor del 30% de las hospitalizaciones por infecciones respiratorias graves en menores de cinco años en países de ingresos medios y bajos, concentrando además la mayoría de las muertes en este grupo etario.

Frente a este panorama, los expertos coinciden en que la vigilancia genómica y la implementación de estrategias preventivas basadas en evidencia son esenciales para reducir la morbilidad y mortalidad.

“La invitación es clara, invertir en prevención es proteger a la infancia, reducir el impacto económico y social de la enfermedad y garantizar que cada niño y niña en Panamá tenga la oportunidad de crecer sano y protegido”, concluye Norero.

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