El gobierno de Claudia Sheinbaum opta por campañas de prevención y educación en lugar de gravar títulos con contenido violento
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno decidió no cobrar el impuesto del 8% a los videojuegos, que estaba previsto para aplicarse a partir del 2026, debido a las dificultades para su implementación efectiva, informó la agencia EFE.
Sheinbaum explicó que sería inviable separar con claridad los videojuegos con contenido violento de los que no lo tienen, y que además generaría un debate sobre qué dependencia o agencia sería responsable de determinar el contenido de cada título.
“Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no. ¿Cómo le vas a poner un impuesto? ¿Quién va a determinar esa circunstancia?”, señaló la mandataria.
Además detalló que, aunque había solicitado retirar el gravamen, este permaneció en la Ley de Ingresos aprobada por el Congreso para el 2026, por lo que el Ejecutivo tomó la decisión de no aplicarlo.
En lugar de gravar los videojuegos, el gobierno enfocará sus esfuerzos en campañas dirigidas a jóvenes y adolescentes sobre los riesgos asociados al consumo excesivo de este tipo de contenidos, especialmente los juegos en línea que pueden generar adicción.
La presidenta enmarcó estas acciones dentro de un plan por la paz y contra las adicciones, que busca fortalecer la comunicación social y la prevención de conductas de riesgo.
“Tomamos la decisión de que no se cobre el impuesto y más bien hacer campañas a los jóvenes y a los adolescentes”, concluyó Sheinbaum, señalando que muchos videojuegos tienen aspectos positivos, pero requieren supervisión y educación sobre su contenido.