El hecho generó rechazo de autoridades nacionales y líderes políticos, mientras la Alcaldía de Arraiján argumenta que la decisión se tomó por riesgos estructurales
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá manifestó su profunda preocupación por la demolición del monumento dedicado a la comunidad chino-panameña, ubicado en el área del Puente de las Américas, y reiteró su compromiso con la preservación del legado histórico y cultural de esta comunidad, presente en el país desde hace más de 170 años.
En un comunicado oficial, la Cancillería lamentó que una acción administrativa haya provocado sentimientos de agravio e incomprensión hacia una comunidad que ha sido parte esencial del desarrollo nacional.
Subrayó que, más allá de consideraciones técnicas, el Estado debe actuar con sensibilidad histórica, diálogo y respeto hacia los símbolos que representan la memoria colectiva del país.

La institución expresó además su disposición de acompañar y promover, junto con las autoridades competentes y la comunidad chino-panameña, la identificación de un nuevo espacio digno donde pueda honrarse y preservarse el legado de las generaciones de ascendencia china que han contribuido a la construcción del Panamá moderno.
“La República de Panamá no puede darse el lujo de herir a ninguna de sus comunidades ni enviar señales equivocadas que puedan interpretarse como exclusión cultural”, indicó el comunicado.
La demolición del monumento, ejecutada durante la noche del sábado, provocó una ola de rechazo y cuestionamientos, representantes de la comunidad china-panameña recordaron que desde el mes de mayo habían denunciado la intención de la Alcaldía de Arraiján de remover la estructura, al considerarla un símbolo histórico y cultural de la presencia china en el país.

El presidente José Raúl Mulino calificó el hecho como una “barbaridad”, señalando que no existe justificación alguna para derribar un monumento que honra a una comunidad tradicional y profundamente arraigada en Panamá. El mandatario pidió que se inicie una investigación inmediata y calificó el acto como “imperdonable”.
En la misma línea, el abogado Guillermo “Willy” Cochez describió la demolición como un acto vergonzoso, señalando que realizarla de noche evidencia una intención de ocultamiento. Por su parte, el expresidente Martín Torrijos afirmó que derribar un monumento que reconoce el aporte de la comunidad china es un acto bochornoso e indigno, especialmente en un momento en el que el país necesita respeto, convivencia y memoria histórica.
Ante la controversia, la Alcaldía de Arraiján emitió un comunicado en el que justificó la demolición por razones de seguridad, según la administración municipal, la Dirección de Obras y Construcciones constató un deterioro crítico del mirador del Puente de las Américas, con bases corroídas, grietas y zonas inestables que representaban un riesgo para visitantes, turistas y residentes.

“El gobierno municipal actúa con estricto sentido de responsabilidad en la protección de la vida y la integridad de las personas”, señaló la Alcaldía, reiterando que la remoción respondió exclusivamente a criterios técnicos y preventivos.
No obstante, el hecho sigue generando un amplio debate nacional sobre la protección del patrimonio histórico, la toma de decisiones administrativas y el respeto a la diversidad cultural que define a Panamá.
