El servicio militar obligatorio fue abolido en julio del 2011 en ese país europeo
La Bundeswehr, que son las fuerzas armadas de la República Federal Alemana, han lanzado una campaña de reclutamiento que ha roto con todos los códigos tradicionales del mundo de la comunicación militar. Enfocado en captar la atención de la audiencia joven, los reconocidos como la Generación Z (los nacidos entre 1997 y el 2012), se ha transmitido un contenido que ha ‘roto’ todos los esquemas, informaron medios de prensa internacional.
Memes, soldados celebrando logros colectivos y ediciones visuales en alta resolución forman parte de una estrategia pensada para captar la atención de la población de menor edad.
Además, esa dispersión no solo se ha limitado a compartirse mediante una única vía, sino que en las calles de Alemania también se pueden observar un longevo y visual despliegue de anuncios y la presencia de la promoción en vagones de transporte público.
No obstante, el canal más potente de todos ha sido la apuesta por vídeos en la red social TikTok que configuran un ecosistema comunicativo diseñado con un objetivo muy concreto: entrar en contacto con el estilo de vida del público objetivo de este proyecto publicitario.

Lo que se busca es, en base a un análisis previo a la demanda, tratar de amoldarse al lenguaje que hablan los destinatarios. Por así decirlo, la intención es conseguir ser capaces de ‘hablar el mismo idioma’, de amoldarse el máximo posible, para captar la atención e intentar plasmar que alistarse al ejército es algo bueno.
La necesidad de la Bundeswehr es muy clara: Se necesita una infinidad de soldados nuevos para hacer frente a un momento de tensión candente en la OTAN, todo ello provocado por la actual guerra entre Rusia y Ucrania.
A su vez, existe otro conflicto más alejado del aspecto geopolítico: la estructura social en Alemania. Desde que se abolió el servicio militar obligatorio en el 2011, esas fuerzas dependen exclusivamente de voluntarios, una situación que obliga a redoblar los esfuerzos de captación y a recurrir a estrategias cada vez más intensivas y costosas.
El gasto en la publicidad ha sido muy alto en todos los sentidos. Se ha destinado presupuesto en carteles, marquesinas, redes sociales, internet en muchos terrenos y muy diferentes.
Lo que está claro es la misión del ejército: Darle prioridad a la presencia en línea para estar mucho más cerca de los jóvenes, aunque eso suponga un gasto mucho mayor durante el inicio de la campaña. Siendo así las cosas, se espera que a largo plazo el resultado sea satisfactorio y que el público decida alistarse en el ejército.
