Venezuela celebrará el próximo 22 de abril unas elecciones anticipadas en las que el mandatario Nicolás Maduro aspirará a la reelección, mientras la oposición aún no decide si participará
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, hizo el esperado anuncio la noche del miércoles, luego de que fracasara una negociación entre el gobierno y la oposición para firmar un acuerdo que incluía la fecha y garantías de los comicios.
La fecha no fue sorpresa. Al reconocer el fracaso de dos meses de diálogo en Santo Domingo, el presidente dominicano, Danilo Medina, explicó que las partes habían acordado el martes los comicios para el 22 de abril, tras un estira y encoge en el que el gobierno proponía el 8 de marzo y la oposición el 10 de junio.
Pero la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) presentó este miércoles observaciones al texto, mientras Maduro dijo que solo firmaría el documento que estaba sobre la mesa el martes, explicó Medina.
La oposición agregó, entre sus nuevas exigencias, que se levantara la inhabilitación política a sus principales líderes, el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles y Leopoldo López -bajo arresto domiciliario-.
Además, exige la “legalización inmediata, en menos de 48 horas” de la MUD y los partidos Primero Justicia -de Capriles- y Voluntad Popular -de López-, que quedaron fuera de los comicios por disposiciones de los poderes judicial y electoral, a los que la oposición acusa de servir al gobierno.
El principal negociador de la MUD, Julio Borges, sostuvo que sus nuevas propuestas, que incluían precisiones sobre la observación internacional, auditorias, padrón y propaganda electoral, buscaban garantizar “unas elecciones libres”, a las que -dijo- Maduro le teme.
Por su parte, en un mitin en Caracas, Maduro fustigó a la MUD por no firmar, según él por orden de Estados Unidos, y ante las cámaras estampó su rúbrica en una copia del texto inicial: “Que se cumpla en todas sus partes el acuerdo, tengo palabra, he firmado”, sentenció.