Google comenzó a bloquear en Chrome las publicidades consideradas muy invasivas, una medida que podría parecer paradójica para una empresa cuyos principales ingresos dependen de anunciantes
El gigante estadounidense puso en marcha esta semana un nuevo sistema de filtro para eliminar las publicidades más invasivas, como las ventanas que aparecen de manera automática (“pop-up”), los spots que se inician solos o los anuncios inamovibles que muchas veces cubren la página consultada.
“Pese a que la mayoría de las publicidades que están en la web respetan la comodidad del usuario, nuestros usuarios nos dicen cada vez más que algunas pueden ser particularmente invasivas”, explica Google en su blog.
Para establecer sus criterios de selección, la empresa se asoció con la “Coalition for Better Ads” (“Coalición para mejores publicidades”), una asociación que reúne a Google, algunos medios y anunciantes.
La calidad de “la experiencia en internet es más importante que las sumas que estas publicidades podrían generar”, asegura Rahul Roy-Chowdhury, uno de los vicepresidentes del grupo. Asegura que el filtro puede incluso bloquear publicidades de Google.
El 85% del volumen de negocios de Google proviene de la publicidad.
Sin embargo, la paradoja es solo aparente, debido a que más allá de que eliminar las publicidades más invasivas es bueno para la imagen de la empresa ante los internautas, este procedimiento permite a Google seguir siendo el protagonista del juego y luchar contra los software de bloqueo de publicidades que los usuarios instalan cada vez más en sus aparatos.
En efecto estos “ad blockers” son capaces de bloquear muchas más publicidades que el filtro de Chrome y entonces representan una amenaza para las empresas cuyas finanzas dependen de los ingresos publicitarios.
Según un estudio del gabinete PageFair, alrededor de 11% de los internautas usan esos “ad blockers” en 380 millones de aparatos móviles y 236 millones de ordenadores.