Todos los caballos salvajes del mundo se han extinguido, según un estudio publicado este jueves que rearmó el árbol genealógico de los equinos basado en un nuevo análisis de ADN de sus ancestros
Los caballos Przewalski, considerada la única raza salvaje que no se ha extinguido, eran en realidad animales domesticados que escaparon de sus dueños, según el informe de la revista Science.
“Fue una gran sorpresa”, dijo la coautora del estudio Sandra Olsen, curadora a cargo de la división de arqueología del Instituto de Biodiversidad y Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas.
“Esto significa que no hay caballos salvajes vivos en la Tierra, esa es la parte triste”, añadió.
El estudio se basó en trabajos arqueológicos realizado en dos sitios del norte de Kazajistán, llamados Botai y Krasnyi Yar, donde científicos hallaron la prueba más antigua de domesticación de caballos, hace más de 5.000 años.
Los investigadores secuenciaron los genomas de 20 caballos de Botai –a partir de dientes y huesos desenterrados de esos sitios- y 22 caballos de Eurasia.
Luego, compararon los genomas de esos antiguos caballos con genomas ya publicados de 18 caballos antiguos y 28 modernos.
Los resultados indicaron que la raza Przewalski desciende de los primeros caballos domesticados conocidos, criados por los pobladores de Botai en el norte de Kazajistán hace unos 5.500 años.
“Ciertamente es sorprendente ver que los caballos Przewalsk son descendencia de esos primeros caballos domesticados, ya que esto no es lo que la gente tiende a creer”, dijo por su parte Beth Shapiro, profesora de ecología y biología evolutiva de la Universidad de California, Santa Cruz.
Los hallazgos son “muy interesantes”, comentó.
Los caballos Przewalski, descubiertos en Mongolia en 1879, son considerados una especie en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Estos equinos de vientre redondo, color marrón rojizo a beige y patas cortas, vivían en Asia Central, Europa y China en tiempos prehistóricos.