Marruecos se convirtió en epicentro de los planes de desarrollo para el continente Africano
Con nuevas propuestas para promover la cooperación en África, principalmente en la región subsahariana y el Sahel, concluyó este martes uno de los más importantes foros internacionales enfocados al desarrollo económico y social de ese continente.
El Foro Crans Montana (FCM) reunió en la ciudad de Dajla, al sur de Marruecos y fronteriza con Mauritania, a 1,100 delegados de 114 países, quienes analizaron durante cinco días temas como seguridad alimentaria y agricultura sostenible, economía de los océanos y el sector pesquero, las energías renovables y la revolución verde, el cambio climático y mayores niveles de desarrollo humano.
También se incluyó la proyectada Ruta de la Seda que impulsa China para unir Europa Occidental por tierra a través de Asia Central y Rusia y por modernos sistemas ferroviarios y por el Mar de China y el Océano Índico a través de África.
Dajla, considera la perla del Sahara marroquí, acogió por cuarto año consecutivo el FCM, creado en Suiza como un encuentro de reflexión internacional al estilo del de Davos, lo que le ha ganado el nombre del Davos de África.
Exjefes de Estado y de Gobierno, ministros, parlamentarios, empresarios, académicos, expertos internacionales, actores de la sociedad civil, además de líderes de opinión, se dieron cita para debatir sobre el futuro de África, el desarrollo sostenible, la cooperación Sur-Sur y los diferentes desafíos de África en la era de la globalización.
Los trabajos fueron inaugurados por Ynja Khattat, presidente de la región Dajla-Oued Eddahab, quien leyó un mensaje del rey de Marruecos, Mohamed VI, preparado expresamente para la ocasión.
El monarca marroquí afirmó que los temas tratados en esa cita internacional, convertida en un evento ineludible dentro de la agenda global, son parte intrínseca del modelo de cooperación que impulsa Marruecos.
Destacó, además, que se trata de un compromiso constitucional establecido en la Carta Magna del Reino que proclama “consolidar las relaciones de cooperación y solidaridad con los pueblos y países de África, particularmente con los países subsaharianos y del Sahel, así como reforzar la cooperación Sur-Sur”.
Legítimos derechos de Marruecos
El ex presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, fue el invitado principal al acto inaugural y en su discurso defendió el legítimo derecho de Marruecos sobre sus provincias del Sur, una de las cuales es Dajla.
En la víspera el expresidente del gobierno español, Felipe González, se había referido en Rabat a la “integridad territorial”, en referencia a la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, en un discurso pronunciado durante el homenaje al veterano líder socialista marroquí Abderrahman Yusufi.
No es la primera vez que González apoya en público a Marruecos y su legitimidad sobre sus provincias en el Sahara, lo mismo han hecho otros destacados socialistas como el también expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien participó en el FCM en Dajla en el 2015, y el exministro de Exteriores español Miguel Ángel Moratinos.
Sarkozy dijo que los países africanos están tratando de salir adelante en materia de desarrollo y destacó el papel continental de Marruecos como un destino en educación por el elevado nivel de sus instituciones. Resaltó, además, su estabilidad en medio de los fuertes movimientos políticos que se han dado en esa parte del mundo después de siete años de la llamada primavera árabe.
El expresidente de Francia reconoció la reincorporación de Marruecos a la Unión Africana (UA), hecho que se dio por aclamación en enero del año pasado.
“El regreso a la Unión Africana es muy importante para Marruecos por su papel como puente entre Europa y África. Es también importante para África porque es una economía moderna, y es un país con una democracia estable en el escenario africano”.
En el marco del foro, la Fundación Crans Montana entregó los premios 2018 al presidente del Parlamento de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, Mustapha Cissé Lo; a Debbie Remengesau, Primera Dama de la República de Palaos, en Oceanía, y Michel Martelly, expresidente de la República de Haití.
El reverendo Jesse Jackson, excandidato presidencial de Estados Unidos y fundador de la Coalición Rainbow Push, otorgó el Global Leadership Award a Jean-Paul Carteron, presidente honorario y fundador del FCM.
Presencia de 49 países africanos
“La presencia de representantes de 49 países africanos en el foro demostró el reconocimiento del continente a la estrategia de cooperación Sur-Sur que ha puesto en marcha Marruecos, en términos de relaciones bilaterales y de desarrollo económico y social, así como en las relaciones internacionales y la integración del continente”, reconoció Carteron.
En el FCM está en sintonía con la Agenda 2063, que ha recibido un vigoroso respaldo de Marruecos, cuya prioridad es contribuir en la construcción de un continente próspero, con mejor educación, valores compartidos y un destino común de progreso.
En plan lanzado por la UA en el 2013 tiene una visión de futuro de África como un continente reconocido a escala internacional, autosuficiente y sostenible.
La ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación son los ejes centrales de la palanca para lograr el desarrollo en el continente.
Para poner en marcha su modelo de cooperación Sur-Sur, bajo la conducción de rey Mohamed VI, Marruecos ha renovado y modernizado las estructuras del Estado.
Eso se ha logrado, entre otras cosas, mediante un programa de ordenamiento territorial y administrativo de sus 12 regiones, lo que se ha traducido en una regionalización avanzada para consolidar el desarrollo dándole un carácter federal al país.
Cada región, incluyendo las provincias del Sahara marroquí, es una entidad con poderes para actuar sobre su destino, en el marco de la integridad territorial del Reino y como parte de un proceso democrático irreversible, que responde a las aspiraciones legítimas de sus habitantes.
Cada región está logrando un crecimiento inclusivo, apoyado localmente por los sectores público y privado. La mejor expresión es Dajla que ha experimentado, al igual que las demás provincias del sur, una transformación política, económica y social, con mirar a que el Sáhara marroquí proyecte su histórica vocación de enlace en el resto del continente africano.
Marruecos está convencido de que África es el continente del futuro. “Marruecos es uno de los países africanos con ambición y voluntad de actuar para que África sea dueña de su destino. Por lo tanto, no es nada fortuito que Marruecos haya hecho de la cooperación Sur-Sur la prioridad de una nueva África, que confía en sus potencialidades y se abre sobre el futuro”, dijo en su mensaje al plenario del FCM el rey Mohamed VI.
Dos proyectos estratégicos
Los desafíos de África son multiformes. Lejos de los estereotipos negativos, África está experimentando trasformaciones multidimensionales.
Sus 30 millones de kilómetros cuadrados representan un cúmulo de oportunidades para una de las poblaciones más jóvenes del planeta. En 2050, contará con 2,500 millones de habitantes, el doble de la actual, de los que la mitad tendrán menos de 25 años. De allí, entonces, el desafío por proveerle lo que demanda para insertarla en el proceso de transformaciones de África y el mundo.
El monarca marroquí repasó lo actuado en los últimos 15 años al poner en práctica su modelo innovador de cooperación Sur-Sur. En ese periodo ha suscrito más de 1,000 acuerdos de cooperación con 28 países de los 54 países africanos, en áreas de educación, cultura, sanidad, infraestructura, agricultura, y asistencia en materia de seguridad. Más de 25,000 estudiantes africanos han completado cursos de formación profesional en universidades y escuelas superiores marroquíes.
Marruecos impulsa dos proyectos estratégicos para integrar el continente. El Gasoducto del Atlántico de África para unir desde Nigeria hasta Marruecos a 12 países en un mercado regional de la electricidad a base de gas natural, y el establecimiento de plantas de producción de fertilizantes con Etiopía y Nigeria, que busca mejorar la productividad agrícola y favorecer la seguridad alimentaria de los países de esa subregión.
A Marruecos le preocupa también la promoción del comercio intraafricano. Actualmente ese comercio representa únicamente el 13% del conjunto de la actividad comercial a escala continental. África solo participa con un 2% en el comercio mundial. De allí la necesidad de mayor integración continental para presentarse unidos en el mundo globalizado.
Otro tema de preocupación son las migraciones, que no debe abordarse mediante la cooperación entre los países africanos y las naciones de la Unión Europea a través de un Observatorio Africano de la Migración que considere ese fenómeno en toda su dimensión.
La lucha contra los efectos devastadores de los cambios climáticos, es otro aspecto que atenta contra el desarrollo, la paz y la seguridad de África sobre todo cuando el continente solo emite 4% de los gases con efecto invernadero.
Al respecto, Marruecos acogió en Marraquech la cumbre del COP22 en diciembre del 2016 y trabaja actualmente para que la comunidad internacional respete los compromisos del Acuerdo de París, particularmente en materia de reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero, así como la financiación de las estrategias climáticas de los países del Sur.