La actividad se registra desde tempranas horas del día en el sector.
La mañana del Viernes Santo suele ser tranquila en la ciudad, muchos han tomado estos días para ir al interior, y los comercios están cerrados. La ley seca instaurada en todo el país desde la madrugada del viernes también colabora a esa clima de sobreidad generalizado. Se pueden contar los transeúntes y carros que circulan con los dedos de una mano.
Pero ese ambiente no traspasa las paredes del Mercado del Marisco, que desde el amanecer está funcionando a toda máquina ya que muchos han acudido a él en busca de pescado fresco, por sus tradiciones de Semana Santa. Las imágenes de nuestro fotoperiodista Aris Rodríguez M. son elocuentes.
Pude ver como los expendedores de mariscos,aumentaron sus precios.Me parece una pràctica injustificada para con los consumidores que siempre les compran.Deben ser màs solidario y no provecharse de la época.Ademàs, de que es tiempo de considerción y recordación del Sacrificio que Dios hizo por salvar la humanidad.En el mar no se invierte, sólo se cosecha