Panamá es uno de los países de América Latina con mayor riesgo de ser utilizado para el blanqueo de capitales y el comercio ilegal, advirtió Irene Mía, directora editorial global de la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist
Panamá es “un país que por su posición, su naturaleza de hub (enlace) está en peligro porque tiene muchas lagunas que se pueden utilizar (para) transacciones financieras ilegales y comercio ilícito”, dijo Mía
“Hay muchas debilidades de muchos factores peligrosos para Panamá”, añadió Mía, quien se encuentra en el país centroamericano para presentar un estudio global sobre comercio ilícito.
Según ese índice, Panamá está en la posición 54 de un total de 84 países analizados en su lucha contra el comercio ilegal. En América ocupa la novena posición de 19 países.
Panamá cuenta con una economía dolarizada y un sistema financiero abierto, que sirve como centro para el comercio internacional y las transacciones financieras legítimas, recordó la especialista.
Por eso mismo, corre el riesgo de que por su propia condición y por fallas institucionales queden abiertas las puertas para “diferentes maneras de transacciones ilegales”.
“No olvidemos que Panamá está en una región donde hay asuntos de la droga y está en el medio”, señaló.
El sistema financiero panameño sufrió duras críticas en 2016 tras la publicación de los llamados “Panama papers”, una filtración de documentos que revelaron cómo desde un despacho de abogados se crearon numerosas sociedades opacas.
Algunas de estas sociedades habrían servido a personalidades de todo el mundo para evadir impuestos y blanquear capitales provenientes de actividades ilícitas.
La divulgación de estos documentos obligó al gobierno panameño a acelerar una serie de reformas para blindar el centro financiero del país.
Con un canal interoceánico por el que pasa 5% del comercio marítimo mundial, un sistema logístico de puertos y aeropuertos, un robusto sistema financiero internacional y la mayor zona franca de la región, Panamá tiene uno de los mayores crecimientos económicos de América Latina.
Sin embargo, el país canalero ha sido señalado de ser un paraíso fiscal, lo que es negado por las autoridades locales.
Para Mía, en la lucha contra el comercio ilícito “son muy importantes” las sanciones, la certeza del castigo, la institucionalidad democrática y “sobre todo el poder judicial”.