El presidente Donald Trump busca apaciguar este martes a su propia bancada en el Congreso, claramente incómoda ante el imparable escándalo por la separación de miles de niños inmigrantes del resto de sus familias en la frontera estadounidense con México
Más allá de la furia indisimulada de los legisladores de la oposición demócrata, los propios republicanos no esconden la incomodidad con la creciente controversia y las justificaciones esgrimidas hasta ahora por el gobierno.
En ese cuadro, Trump anunció para este martes una visita al Congreso para reunirse con integrantes de la bancada republicana, con quien debe discutir las opciones que se analizan para hallar una salida a la situación.
El lunes, Trump y altos funcionarios dejaron claro que el gobierno no pretende retroceder en su política de separar familias arrestadas al ingresar clandestinamente al país, a pesar del ya ensordecedor coro de críticas indignadas por semejante iniciativa.
Un grupo de nada menos que 75 exfiscales que actuaron bajo gobiernos demócratas o republicanos divulgaron una carta en la que pidieron el cese inmediato a la práctica de separación familiar.
En tanto, varios legisladores demócratas visitaron centros de acogida de niños separados de sus familias en la frontera y expresaron su furia al encontrarse con que los menores son mantenidos en instalaciones divididas en “jaulas”.