La ciudad de Masaya comenzó a enterrar este miércoles a sus muertos por la represión que ha sufrido a manos de las fuerzas gubernamentales, las cuales mantienen su asedio contra la población, que se declaró en rebeldía contra el gobierno del presidente Daniel Ortega
Tres personas murieron la víspera en Masaya, 35 kms al sur de Managua, y uno más falleció en enfrentamientos en Estelí, 110 kms al norte, lo que elevó a 187 el número de víctimas fatales desde que el 18 de abril estallaron las protestas contra el gobierno de Ortega, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
“Esto está horrible, ya no se puede vivir en paz, la gente se está muriendo por este gobierno que no se quiere ir”, dijo a AFP Ramona Alemán, una ama de casa de 40 años, en el cementerio del norte de Masaya, donde este miércoles enterraban a Marvin López, muerto a tiros la víspera en una trinchera por un disparo de bala en la garganta.
El carpintero Edgar Taleno, de 35 años, contó cómo, junto con sus compañeros, tuvo que escabullirse entre los disparos de las fuerzas del orden para sacar el cuerpo de López.
“Esto es una anarquía total, pedimos a la comunidad internacional que nos apoye. Aquí ya no se puede vivir, están masacrando a un pueblo que no tiene armas”, lamentó Taleno.
En el entierro, los asistentes cantaron el himno nacional de Nicaragua, gritaron “asesinos” contra el gobierno y dispararon morteros de fabricación casera en homenaje a las víctimas.
Entre tanto, turbas adeptas al gobierno quemaron la madrugada de este miércoles el hotel Masaya, denunció a la prensa su propietario, el dirigente del Movimiento Estudiantil 19 de Abril Cristian Fajardo.
“Entraron a mi negocio, regaron combustible dentro, a mi tío lo sacaron a golpes y le partieron la cabeza con culatas de las AK47 que portaban. Le perdonaron la vida y lo sacaron descalzo ensangrentado”, narró Fajardo.
El miércoles se escuchaban disparos en distintos puntos de la localidad, mientras que pobladores reportaron balaceras y ataques de hombres fuertemente armados en las ciudades de Jinotepe, León, Matagalpa y Estelí.
“Son situaciones de extrema violencia que ya están sobrepasando los límites, y la verdad es que nos encontramos en una indefensión total”, dijo a la AFP la directora ejecutiva del Cenidh, Marlin Sierra.
El martes, agentes antimotines y grupos parapoliciales llegaron a Masaya fuertemente armados, vestidos de negro y con pasamontañas, luego de que esta ciudad, históricamente combativa, se declaró el lunes en rebeldía para exigir la salida del poder de Ortega.