Panamá echó el cierre el jueves a su primera participación en un Mundial (con una tercera derrota en tres partidos), pero una vez llegado a la élite del fútbol, a la selección centroamericana le queda lo más difícil: mantenerse
Los expertos suelen decir que lo difícil no es llegar a la cima en el deporte, sino mantenerse en ella durante años, y ese es el desafío que le queda al fútbol panameño una vez concluida su participación en el Mundial, con un saldo de tres derrotas, once goles encajados y solo dos anotados.
Al seleccionador Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez le sentó muy mal que un periodista panameño le recordase que su equipo había quedado en el 32º puesto del Mundial. “Somos los últimos, ¿pero el peor equipo?”, preguntó.
“Hay que comparar todo, no solo lo que pasó en la cancha. Hay que tener en cuenta la historia, la formación. Somos el equipo más nuevo, el más joven y el que tiene más dificultades. ¿Qué infraestructuras tenemos para trabajar”, espetó.
No le falta razón al experimentado técnico colombiano al considerar que seguramente Panamá sea el país con más deficiencias a nivel futbolístico de los 32 participantes en Rusia. No existe un centro donde las selecciones panameñas puedan entrenar y sólo un estadio, el Rommel Fernández, reúne las condiciones para albergar partidos internacionales.
Sólo tres jugadores de los convocados en Rusia juegan en la liga local y otros tienen que irse a campeonatos menores, de países vecinos como Guatemala u Honduras, para ganarse la vida como profesionales del balón.
Panamá, un país en el que el béisbol siempre fue el deporte rey, debería aprovechar el tirón del Mundial para comenzar a sentar las bases del futuro, comenzando por la construcción de infraestructuras dignas de un equipo mundialista.
El capitán Felipe Baloy reclamó la implicación de las instituciones públicas y de las empresas privadas para ayudar al desarrollo del fútbol panameño.
“Ya es hora de que se tome conciencia de que la selección es la prioridad, de que los jugadores son la prioridad. Vinimos a un Mundial sin saber qué era; ahora ya lo sabemos y tenemos que tomar ejemplo de países vecinos como Costa Rica para saber cómo se desarrollaron futbolísticamente y en cuánto tiempo”, reclamó antes del último partido.
Los jugadores más veteranos del plantel también coincidieron que una vez que Panamá ha aprendido lo que es un Mundial, “al próximo hay que venir no a participar, sino a competir”.
En el futuro próximo habrá que ver con qué medios cuenta la Sele para esos retos venideros. Primero tendrá que resolverse el futuro del ‘Bolillo’ Gómez, el prestigioso técnico colombiano que llevó al Mundial a Panamá, pero en la federación canalera no creen que consigan retenerle, teniendo en cuenta las ofertas de otras selecciones más potentes y mejores económicamente.