Francia y Bélgica chocarán el martes en San Petersburgo a las 18h00 GMT en la primera semifinal del Mundial de Rusia-2018, un partido que opondrá dos visiones del fútbol distintas: la capacidad atlética de los galos contra el talento ofensivo de los Diablos Rojos
Los belgas, de la mano del seleccionador español Roberto Martínez, alcanzan unas semifinales mundialistas por segunda vez en su historia. En la primera en 1986, la Argentina de Diego Maradona les privó de la final.
“Una semifinal del Mundial es un momento único en la carrera de un jugador”, admitió Martínez en conferencia de prensa este lunes, destacando también que Francia “se parece a nosotros en muchos aspectos, sobre todo por las grandes individualidades” en ambos equipos.
Tras dos fracasos consecutivos en el Mundial-2014 y la Eurocopa-2016, la ‘generación dorada’ belga parece llegar en plena madurez y tiene la oportunidad histórica de luchar por el título.
“Roberto Martínez ha dado a esta generación la cultura del triunfo, era lo que le faltaba” a los Eden Hazard, Kevin De Bruyne, Thibaut Courtois, Vincent Kompany, Romelu Lukaku y compañía, aseguró en una entrevista a la AFP Jean-François de Sart, el técnico de la selección olímpica que alcanzó las semifinales en Pekín-2008 y que ya contaba en sus filas con varios de los integrantes actuales del equipo.
El hecho de ser español y el gran juego desplegado por los belgas en este Mundial han aparcado, además, las disputas identitarias entre flamencos y valones que habían llevado al fracaso a los belgas en anteriores campeonatos.