Los implicados en México en la trama de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht serán llevados a tribunales antes del final de la administración de Enrique Peña Nieto, que culmina el 30 de noviembre, dijo este martes el responsable de la fiscalía general.
El escándalo de Odebrecht, que sacudió los cimientos del poder político y empresarial en América Latina llevando a prisión a ministros y presidentes en países como Brasil, Perú y Colombia, no ha tenido hasta la fecha mayores repercusiones concretas en México, donde solo un personaje muy cercano al presidente fue señalado como presunto implicado.
Emilio Lozoya, quien fue miembro del equipo de campaña de Peña Nieto y luego director de la petrolera estatal Pemex, fue señalado por exejecutivos de Odebrecht como presunto receptor de unos 10 millones de dólares en sobornos para favorecer a la compañía en licitaciones, mientras que otros testimonios apuntaron a que también habría recibido dinero para la campaña presidencial del actual mandatario.
Beltrán explicó que, a diferencia de otros países donde Odebrecht logró acuerdos con los gobiernos para colaborar en las investigaciones a cambio de continuar efectuado obras ya contratadas, en México la compañía fue inhabilitada para operar.
En abril, la Secretaría de la Función Pública de México inhabilitó a dos unidades de Odebrecht para participar en contrataciones públicas por dos años y seis meses, así como a dos altos ejecutivos de la empresa.