El gobierno de Estados Unidos mantiene detenidos a 565 niños inmigrantes ilegales, tres semanas después de la fecha límite que impuso la corte para reunir a los menores con sus padres.
Entre ellos, hay 24 niños de cinco años o menos, bajo el cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos (ORR).
Según esa oficina, los padres de 366 de los 565 niños se encontraban fuera de Estados Unidos, lo que dificultaba la reunificación.
Además, informó que los padres de 154 niños habían indicado que no querían reunirse con los niños.
En más de 180 casos, señaló la oficina, los niños no podían ser entregados a los padres porque éstos fueron señalados como amenazas para ellos, lo que los mantuvo separados bajo custodia policial, o en un pleito de separación.
A principios de este año, el gobierno separó a más de 2.500 niños de sus padres después de que las familias cruzaran la frontera de Estados Unidos con México con la intención de permanecer ilegalmente en el país.
El Departamento de Seguridad Nacional, que controla la inmigración ilegal, dijo que varios padres aceptaron ser enviados de regreso a la frontera, dejando que los niños permanecieran en Estados Unidos a la espera de unirse a ellos más tarde legalmente