El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fustigó el miércoles a su exabogado Michael Cohen, acusándolo de “inventar historias” al declararse culpable de delitos electorales e implicarlo en un explosivo giro al proceso derivado de una investigación federal sobre las presidenciales de 2016.
Trump comparó la actitud de Cohen con la de su exjefe de campaña Paul Manafort, también procesado el martes en un juicio derivado de esa pesquisa, elogiando la “valiente” actitud de su exasesor político de negarse a “ceder” a las presiones de los fiscales para lograr un “trato” judicial a su favor.
“Me siento muy mal por Paul Manafort y su maravillosa familia. La ‘Justicia’ tomó un caso tributario de 12 años, entre otras cosas, aplicó una presión tremenda sobre él y, a diferencia de Michael Cohen, se negó a ‘ceder’: inventar historias para obtener un ‘trato’. ¡Mucho respeto por un hombre valiente!”, tuiteó Trump.
Cohen, el otrora muy leal abogado personal de Trump, se declaró culpable el martes de ocho cargos ante una corte de Nueva York, incluido el de hacer contribuciones ilegales a la campaña electoral a instancias de “un candidato a un cargo federal”.
En su primera reacción al impactante señalamiento de Cohen, Trump escribió en una serie de tuits que las infracciones a las normas de financiamiento electoral cometidas por Cohen “no son un delito”.
“Michael Cohen se declara culpable de dos cargos de violación de financiamiento de campaña que no son un delito. ¡El presidente Obama tuvo una gran violación de las finanzas de campaña y se resolvió fácilmente!”, añadió.
La campaña de Obama de 2008 pagó una multa de 375.000 dólares en 2013 por infracciones a normas electorales por contribuciones hechas 20 días antes de los comicios, que debieron ser reportadas dentro de las 48 horas.
Las contribuciones ilegales de Cohen a la campaña incluyeron pagos secretos que hizo en nombre de Trump durante la campaña de 2016 a dos mujeres que afirmaron haber tenido relaciones extramatrimoniales con el candidato republicano.