Escándalo en Emiratos Árabes Unidos por adquirir Pegasus para espionaje ilegal

Escándalo en Emiratos Árabes Unidos por adquirir Pegasus para espionaje ilegal
Las acciones del NSO Group se encuentran ahora al centro de dos demandas que acusan a la compañía de participar activamente en espionaje ilegal. Foto: Archivo

Este es el  mismo software que fue comprado por el gobierno de Panamá, durante la era Martinelli.

Emiratos Árabes Unidos ha estado empleando un ‘software’ de espionaje israelí llamado Pegasus durante más de un año para intervenir los dispositivos de opositores del Gobierno dentro y fuera del país, informó The New York Times citando documentos judiciales.

Según dichos documentos, las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos también quisieron vigilar a un príncipe saudita a cargo de la guardia nacional de la monarquía, al primer ministro libanés Saad Hariri y a ciudadanos cataríes.

Las demandas

Ya han sido  interpuestas dos demandas —en Israel y en Chipre— en las que se acusa a la empresa NSO Group, la creadora de Pegasus, de implicación activa en espionaje ilegal.

Las demandas han sido impulsadas por un ciudadano de Catar y un colectivo de activistas y periodistas mexicanos que afirman ser víctimas de Pegasus, y se apoyan en correos electrónicos filtrados.

Aunque NSO Group se desvincula de las actividades ilegales de los Gobiernos argumentando que vende su ‘software’ a condición de que el comprador lo use únicamente en contra de terroristas y criminales, las pruebas presentadas en las demandas dibujan la imagen contraria.

Así, los documentos señalan que hace cuatro años NSO Group intervino las llamadas de un periodista de un diario en árabe en Londres para demostrar a sus clientes emiratíes la eficacia del ‘software’.

Para intervenir los dispositivos de los potenciales blancos de espionaje, se les envían mensajes de texto que contienen un enlace. Si el usuario abre el enlace permite sin saberlo que Pegasus se descargue. A partir de entonces el teléfono se convierte en un potente aparato de vigilancia que proporciona a los espías acceso a correos electrónicos, contactos y llamadas telefónicas, entre otra información.

En México, NSO Group ha vendido la tecnología de vigilancia al gobierno con la condición explícita de que lo usara solo contra de delincuentes y terroristas. Sin embargo, algunos de los activistas anticorrupción, periodistas y defensores de derechos humanos más importantes del país se han convertido en blancos de espionaje. Muchos de ellos son ahora querellantes de las demandas.

El gobierno de Panamá también compró el programa de espionaje, y el presidente de entonces lo usó para espiar a sus críticos y rivales políticos, según documentos judiciales. Recordemos que Martinelli está siendo procesado por estas escuchas ilegales.

Se le complica el panorama a NSO Group

Cada vez que son cuestionados, desde la empresa, dicen que ellos solo venden la tecnología a los gobiernos, que aceptan usarla exclusivamente en contra de criminales. Pero luego la emplean como quieren.

Estas nuevas demandas incluyen correos electrónicos y documentos filtrados que contradicen abiertamente las afirmaciones de la empresa, que repite una y otra vez que no es responsable de ninguna actividad de vigilancia ilegal por parte de los gobiernos que compran su programa de espionaje.

Las demandas judiciales sostienen que, en el caso de los Emiratos Árabes Unidos, una filial del NSO Group intentó espiar a funcionarios extranjeros —y que grabó con éxito las llamadas de un periodista— a pedido de sus clientes emiratíes hace cuatro años.

La tecnología funciona a partir del envío de mensajes de texto al teléfono móvil de un blanco, que tratan de tentar a la persona que los recibe para que les dé clic. Si el usuario lo hace, el programa de espionaje —conocido como Pegasus— se descarga en secreto y permite a los gobiernos monitorear llamadas telefónicas, correos electrónicos, contactos e incluso conversaciones cara a cara que se lleven a cabo cerca.

Los documentos muestran que una filial del NSO Group sugirió específicamente la redacción de mensajes de textos en los Emiratos Árabes Unidos. Muchos estaban hechos a la medida para el golfo Pérsico, con invitaciones en apariencia inocuas como “Se acerca el Ramadán: descuentos increíbles” y “Evita que las llantas de tu auto exploten debido al calor”.

Los documentos filtrados e incluidos en las demandas también muestran que la empresa ayudó a sus clientes transmitiendo los datos obtenidos del espionaje a través de una sofisticada red informática.

“Estamos insistiendo para que la ley se ponga al nivel de la tecnología” y demostrar que los fabricantes de programas de espionaje “son cómplices en estas violaciones a la privacidad”, dijo Alaa Mahajna, un abogado israelí que interpuso las demandas en colaboración con Mazen Masri, un importante profesor de Derecho en la City University de Londres.

NSO Group se negó a hacer comentarios sin antes revisar las demandas. La embajada emiratí en Washington no respondió a nuestras solicitudes de declaraciones.

Después de que The New York Times informó el año pasado que importantes abogados, periodistas y activistas anticorrupción mexicanos habían sido blanco del programa de espionaje del NSO Group, el gobierno mexicano anunció que llevaría a cabo una investigación federal.

Sin embargo, más de un año después, la investigación parece haber tenido pocos avances, de manera que los periodistas y defensores de los derechos humanos mexicanos se unieron a las demandas para descubrir más sobre el programa de hackeo del gobierno.

Las demandas también aportan nuevos datos sobre las intrigas políticas que involucran a Israel y a las monarquías del golfo Pérsico, las cuales recurren cada vez con mayor frecuencia al hackeo como un arma predilecta para lanzar ataques entre sí.

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