Además de marchas, se han reportado actos de vandalismo y manifestantes heridos.
Cientos de estudiantes se organizaron para marchar hacia la Casa Presidencial, después de que efectivos de penetraran la noche del miércoles en el campus de la estatal Universidad de Costa Rica, que goza de autonomía, para perseguir a un grupo de jóvenes que habían realizado un bloqueo en una vía y lanzado piedras contra efectivos de la fuerza pública, reseñó DPA.
Un periodista del “Semanario Universidad”, medio de comunicación de esa casa de estudios superiores, denunció haber sido golpeado por la Policía cuando cubría los incidentes.
El presidente Carlos Alvarado reprobó la violación de la autonomía universitaria y dijo que ordenaría una investigación.
En la ciudad caribeña de Limón, ubicada a 130 kilómetros al norte de la capital, se vivió una nueva jornada de tensión, igual que ocurrió entre el lunes y martes, debido a ataques y asaltos de grupos de desconocidos contra tiendas comerciales.
En esa región se ubican las principales terminales portuarias del país y la refinería estatal, que abastece de combustibles y gas al país.
El miércoles, los sindicatos realizaron una masiva manifestación en la capital contra lo que denominan un “paquetazo fiscal” del Gobierno, que pretende enfrentar así un serio déficit en las finanzas públicas que el país arrastra desde hace más de una década.
Al término de la protesta, un grupo de huelguistas lanzó objetos contra la Policía, que arrestó a seis personas, en las proximidades de la Asamblea Legislativa, donde concluyó la manifestación.
El proyecto impositivo que impulsa el Gobierno del presidente Carlos Alvarado, quien la noche del miércoles ofreció dialogar con los huelguistas a condición de que depongan la huelga, transforma un impuesto de ventas del 13% en uno al valor agregado por el mismo monto pero ampliado a la canásta básica y que en un inicio pretendía gravar también servicios de educación y salud privadas.
Asimismo, impone límites a beneficios salariales adicionales alcanzados por empleados del sector público por medio de negociaciones colectivas.
Costa Rica, país centroamericano de cinco millones de habitantes y con una robusta democracia, arrastra un déficit fiscal que en 2017 fue del 6,2% del producto interno bruto (unos 80.000 millones de dólares) y podría superar el 7% en 2018 y 2019. Las autoridades económicas advierten que si no se adoptan medidas urgentes, las finanzas públicas podrían ir al despeñadero.
No obstante, los sindicatos aseguran que el proyecto impositivo de Alvarado, quien asumió el gobierno el pasado 8 de mayo, golpea los bosillos de los sectores más vulnerables.