Reynolds, de 84 años, estaba de hecho en casa de su hijo Todd para discutir los arreglos del funeral de su hija, Carrie Fisher, cuando sufrió un accidente cerebrovascular
Famosa por “Cantando bajo la lluvia” y la escandalosa traición que acabó con su matrimonio, la leyenda Debbie Reynolds murió ayer, miércoles, un día después del fallecimiento de su hija Carrie Fisher.
La estrella de los años dorados de Hollywood, que actuó en unas 30 películas entre 1950 y 1967, sufrió un accidente cerebrovascular un día después de la muerte de su hija, que encarnó la legendaria princesa Leia en “La guerra de las galaxias”, informó la prensa especializada.
“Ella quería estar con Carrie”, dijo su hijo Todd Fisher, citado por la revista especializada Variety, horas después de que, desconsolada por la muerte de su hija, colapsara y fuera hospitalizada.
“Hemos perdido a un talento único y a un tesoro nacional. Siendo tan pronto luego de la muerte de su hija, Carrie Fisher, esto es realmente una doble tragedia”, declaró Gabrielle Carteris, presidenta del Screen Actors Guild, el sindicato de actores, en un comunicado.
“Su huella en nuestra cultura es profunda y ambas vivirán siempre”.
Carrie Fisher murió el martes cuatro días después de sufrir un infarto en un vuelo entre Londres y Los Ángeles.
Reynolds, de 84 años, estaba de hecho en casa de su hijo Todd para discutir los arreglos del funeral de Carrie.
“Gracias a todos los que abrazaron los dones y talentos de mi amada e increíble hija. Estoy agradecida por sus pensamientos y oraciones que ahora la están guiando a su próxima parada”, habría escrito la veterana actriz en Facebook tras la muerte de su hija.
Reynolds -distinguida el año pasado por la Academia con el Premio Humanitario Jean Hersholt- cautivó a las audiencias por primera vez en 1952 con su actuación en “Cantando bajo la lluvia”, que protagonizó con Gene Kelly a pesar de no ser bailarina profesional.
“‘Cantando bajo la lluvia y dar a luz fueron las cosas más difíciles que hice en mi vida”, escribió en una primera autobiografía titulada “Debbie” publicada en 1988.
El actor de Star Trek, William Shatner, dijo en Twitter que “Debbie Reynolds era uno de los últimos símbolos de la Realeza de Hollywood. Me rompe el corazón que se haya ido”.
Nacida bajo el nombre de Mary Frances Reynolds el 1 de abril de 1932 en El Paso, Texas, fue la segunda hija de Raymond Francis Reynolds, un carpintero de vías ferroviarias, y de su esposa Maxine. Los estudios MGM de Hollywood la descubrieron después de ganar un concurso de belleza a los 16 años en California.
Le tocaron por lo general papeles en los que interpretaba una heroína joven y sana. “Two Weeks With Love” (1950) y “Tammy and the Bachelor” (1957), las primeras de una serie de populares filmes juveniles.
Su papel en “La inconquistable Molly Brown” de 1964 le valió una nominación al Óscar.
“Esto es muy duro para entender. Hermosa, talentosa, entregada a su arte, le sigue a Carrie”, escribió la actriz, Bette Midler, en Twitter.
“No hay nada peor que tener que enterrar a un hijo. Debbie murió con el corazón roto, pero ahora está con su hija”, expresó por su parte el actor George Takei, conocido por su participación en “Star Trek”.
Fuera de la pantalla, Reynolds protagonizó un drama de película.
Estuvo brevemente casada con el padre de Carrie, el cantante Eddie Fisher. El matrimonio de apariencia perfecta acabó cuando el intérprete dejó a la actriz para correr a los brazos de su mejor amiga, el ícono Elizabeth Taylor, en que fue considerado el escándalo del siglo XX en la década de 1950.
Con todo, ambas se mantuvieron cercanas hasta la muerte de Taylor en 2011.
Abandonada, Reynolds recibió a la prensa con un imperdible de pañal abrochado a la blusa para que nadie olvidara que quedaba con dos niños pequeños, recordó un perfil del LA Times.
Su separación no hizo sino aumentar su fama. Protagonizó “Cómo atrapar a un marido” con Tony Randall, una de las cuatro películas en las que actuó en 1959.
El estilo musical de Hollywood comenzaba a cambiar y a pesar de que su carrera cinematográfica finalizó en 1970, trabajó en otras películas y series para la televisión. También actuó en Broadway y ganó un Tony por su participación en “Irene” a comienzos de los 70.
Para mantener a su familia, aceptó trabajos en Las Vegas, donde tuvo su propio casino que albergó su extensa colección de recuerdos hasta su clausura en 1997.
Eddie Fisher no fue el único hombre en la vida de Reynolds, que en alguna entrevista dijo que era mejor eligiendo restaurantes que maridos.
Su segundo esposo, el magnate de los zapatos Harry Karl, apostó la mayoría de sus ahorros, y del tercero, el empresario inmobiliario Richard Hamlett, se divorció en 1996 tras 11 años de casamiento.
En 2013, en su autobiografía “Unsinkable: A Memoir” detalló los altos y bajos de su vida y de una carrera cinematográfica en medio del glamour de Hollywood durante los años dorados.
Conocida en algún momento como la principal coleccionista de recuerdos de Hollywood, Reynolds ayudó también a fundar un grupo que lucha contra problemas ligados a los trastornos mentales.
Admirada por su versatilidad, actuó en su propia serie, “The Debbie Reynolds Show”, en 1969-1970, aunque sólo duró una temporada.
“Bright Lights: Starring Carrie Fisher and Debbie Reynolds”, el documental sobre la a veces escabrosa relación con su hija, fue premiado este año en el festival de Cannes y debería ser emitido por HBO en marzo.