El año pasado, los desastres naturales causaron daños por 175.000 millones de dólares, un nivel que no se había alcanzado desde 2012, cuando el valor de los daños ascendió a 180.000 millones de dólares
Los desastres naturales provocaron en 2016 más daños que en los tres años precedentes, pero fueron mucho menos mortales, según un estudio publicado el miércoles por la compañía reaseguradora alemana Munich Re.
El año pasado, los desastres naturales causaron daños por 175.000 millones de dólares, un nivel que no se había alcanzado desde 2012, cuando el valor de los daños ascendió a 180.000 millones de dólares, precisó el estudio, considerado una referencia en el sector.
El costo global es superior a la media de los diez últimos años durante los que las catástrofes naturales provocaron una media de 154.000 millones de dólares de daños.
De los 175.000 millones de dólares de 2016, sólo 50.000 estaban asegurados, según el estudio.
“Después de tres años relativamente tranquilos en materia de catástrofes naturales, las cifras de 2016 suponen una vuelta a la media”, dijo en un comunicado Torsten Jerrowek, miembro del directorio de Munich Re.
Por otra parte, las catástrofes naturales dejaron 8.700 muertos en el año recién terminado, comparado con 25.400 muertos en 2015, haciendo de 2016 el segundo año menos mortífero desde 1986, por detrás de 2014 y de sus 8.050 muertes por desastres naturales.
En total, se registraron unos 750 acontecimientos climáticos o geológicos extremos en 2016, muchos más que los 590 casos constatados de media en los últimos diez años.
Munich Re destaca que dos catástrofes —varios terremotos en Japón en abril y una oleada de inundaciones en China en junio y julio— fueron las más costosas, provocando respectivamente 31.000 millones y 20.000 millones de dólares en daños.
El estudio también recoge 160 catástrofes en Norteamérica, incluyendo el huracán Matthew de octubre que dejó 550 víctimas en Haití y provocó 10.200 millones de dólares en daños a su paso.
En Canadá, los incendios de bosques de Alberta en mayo provocaron alrededor de 4.000 millones de dólares en daños, mientra que los daños causados por las inundaciones de agosto en el sur de Estados Unidos costaron 10.000 millones de dólares.
En Europa, una serie de tormentas a finales de mayo y principios de junio, principalmente en Francia y Alemania, con inundaciones y crecidas de ríos comportaron pérdidas por valor de 6.000 millones de dólares.
“El estudio de las catástrofes relacionadas con el clima en 2016 demuestra los efectos potenciales de un cambio climático no controlado”, indica en el comunicado Peter Höppe, responsable de investigación de Munich Re.
“Evidentemente los fenómenos tomados de manera aislada no se pueden atribuir directamente al cambio climático. Pero hay muchos signos que indican que el cambio climático hace más probable la aparición de algunos fenómenos, como sistemas climáticos permanentes o tormentas que traen lluvias y granizo torrenciales a algunas regionales”, añade.