La primera misión de la NASA diseñada para visitar un asteroide y traer una muestra de su polvo a la Tierra llegó el lunes a su destino, Bennu, dos años después del lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida.
La misión de 800 millones de dólares, conocida como OSIRIS-REx, hizo contacto con el asteroide alrededor de las 12h10 pm (17h10 GMT), encendiendo sus motores por última vez.
“Hemos llegado”, dijo Javier Cerna, un ingeniero en la Lockheed Martin, mientras sus colegas del control de la misión en Littleton, Colorado, saludaron y chocaron sus palmas, según se vio en una transmisión de televisión en vivo de la NASA.
De 500 metros de diámetro, Bennu es del tamaño de una pequeña montaña y se trata del objeto más chico que haya sido orbitado por una nave espacial del hombre.
Bennu, un fragmento del sistema solar inicial, es también considerado potencialmente peligroso. Representa un leve riesgo, con una posibilidad en 2.700 de colisionar con la Tierra en 2135.
Rico en carbono, fue elegido entre unos 500.000 asteroides en el sistema solar porque orbita cerca del circuito de la Tierra alrededor del Sol, porque tiene el tamaño adecuado para el estudio científico y es uno de los asteroides más antiguos que conoce la NASA
Los científicos esperan que revele más información sobre la formación tempranera del sistema solar y sobre cómo encontrar recursos preciosos como metales y agua en los asteroides.
“Con los asteroides, tienes una cápsula del tiempo. Tienes una muestra pristina de cómo era el sistema solar hace millones de años”, dijo Michelle Thaller, un portavoz del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.
“Es por eso que para los científicos esta muestra va a ser mucho más preciada que el oro”, acotó.