Estados Unidos puso fin este jueves, y con efecto inmediato, a la política conocida como “pies secos y pies mojados”, que permitía a cubanos conseguir automáticamente residencia permanente en el país, informó la Casa Blanca
“Los cubanos que traten de ingresar al país ilegalmente y que no califiquen para alivio humanitario estarán sujetos a remoción, de acuerdo con las leyes y prioridades de Estados Unidos”, expresó la presidencia estadounidense en una nota oficial.
Al mismo tiempo, Estados Unidos dejó sin efecto un programa especial que permitía a médicos cubanos solicitar asilo a las autoridades estadounidenses en cualquier país del mundo.
La aplicación efectiva de la política de “pies secos y pies mojados” y el programa específico para médicos cubanos estaba en manos del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés).
La política conocida como “pies secos y pies mojados” era el resultado de una modificación introducida en 1995 a la Ley de Ajuste Cubano, originalmente adoptada por Estados Unidos en 1966, en medio del conflicto ideológico de la Guerra Fría.
En virtud de esa ley, los cubanos llegados a Estados Unidos pasaban a ser candidatos para la residencia permanente apenas un año después de su arribo, en una criticada excepción a la legislación general sobre los visados para los migrantes.
Con la modificación de 1995, impulsada por el entonces presidente, Bill Clinton, los cubanos interceptados en alta mar pasaban a ser devueltos a su país, pero aquellos que lograban alcanzar tierra firme en territorio americano aún podían beneficiarse de la ley.
Con estas medidas, “estamos tratando a los migrantes cubanos de la misma forma que tratamos a los migrantes de cualquier otro país. El gobierno de Cuba se ha comprometido a aceptar el retorno” de los ciudadanos cubanos expulsados del territorio estadounidense, señaló la Casa Blanca.