Boto chispas y con buena razón. Nosotros los latinoamericanos no sabemos gobernarnos. Veamos la suerte que nos hemos creado en los últimos doscientos años. Nos han intervenido militarmente, nos han cercado nuestros puertos, nos han tomado nuestras aduanas.
En ocasiones por los países acreedores para poder cobrarse sus deudas. Deudas contraídas por nosotros que luego fuimos incapaces de pagar o la derrochamos o nos la robamos. Los latinoamericanos lamentablemente somos tan capaces de robarnos a nosotros mismos. No distinguimos entre el bien público ni el bien privado.
Podemos echarle la culpa a nuestro pasado y ver sus raíces en la expoliación española de las Américas o a esa mentalidad esquizofrénica que sostiene tres diferentes lógicas en un mismo cerebro (la africana, la española y la indígena) Todas estas justificaciones no nos ayudan para nada pues al fin y al cabo somos hoy responsables de nuestras propias decisiones y nuestros propios fracasos.
Hoy lamento ver la situación venezolana donde un hombre y su casta de seguidores son capaces de hundir un país y dejar morir a su pueblo de hambre con tal de atrincherarse en el poder.
Lo mismo hizo Noriega en Panamá que en total desprecio a la soberanía popular le importó muy poco una crisis económica jamás vista en la historia republicana, un desprecio a la voluntad popular reflejada en las urnas donde el 75 % de votantes le dio el triunfo a la oposición política y provocó una invasión norteamericana porque su incapacidad de lograr acuerdos nacionales demostraba que el país como tal era incapaz de gobernarse a sí mismo sin una presión o intervención extranjera para enderezarla. ¿Quiénes son los causantes de estas intervenciones o sanciones económicas? Si aprendiéramos a vivir en el concierto de naciones bajo reglas de gobernabilidad bien definidas y sometidas a la soberanía popular nadie intentaría medidas drásticas. Lamentablemente somos prisioneros de nuestras propias irresponsabilidades.
Maduro debe irse por el bien de Venezuela. Nombrar un gobierno provisional y llamar a unas nuevas elecciones luego de un acuerdo concertado con la oposición política y el concierto de naciones para permitir un proceso electoral transparente. Que la soberanía popular prevalezca.
Latinoamérica debe superarse y sería desastroso una intervención para aconductar a los advenedizos que se extralimitan en sus mandatos pretendiendo creer que su cargo es perpetuo o se puede manipular las decisiones de las mayorías a su propio arbitrio o voluntad.
De eso se ha tratado la susodicha revolución bolivariana con un llamativo ideal pero que claudicó víctima de la codicia de sus propios miembros que terminaron haciendo lo mismo que tanto criticaban.
Saquear las arcas del Estado para su beneficio personal. La América Latina no termina de robarse a sí misma de sus recursos y dineros.
El clientelismo y favoritismo viene de la época colonial, la manera como se manejaba la administración de las colonias y como se daba conseciones a aquellos cercanos al poder. Una situación muy diferente a la vivida por los colonos norteamericanos. Solo puedo deducir que no hay una persona ni partido que arregle el rumbo de la nación, sino una visión a largo plazo que nos permita el bien nacional y que nos lleve a ser una sociedad de primer mundo.
Porque los Colonos acabaron con los nativos se apoderaron de toda Norte America y pusieron sus leyes y sus costumbres Europeas pero ellos no se mezclaron con los indios ellos los exterminaron hasta el dia de hoy qye suguen sin quererlos ni respetarlos quitense la venda de los ojos por favor.