Los nuevos fenómenos tecnológicos están transformando nuestra manera de ver las cosas por esas limitaciones de tiempo propios de la infinidad de opciones existentes.
Hoy leer es algo tedioso frente a una foto en Instagram o un tweet bien elaborado. Donald Trump ya no necesita hablarle al mundo mediante entrevistas radiales o televisivas, ni requiere periodistas traduciendo su visión de las cosas. Con su twitteo tiene a todos los medios de comunicación en alerta. Igualmente sostiene a todos sus seguidores y fanáticos con su percepción de los problemas y las soluciones que propone. Una muralla de concreto con México es la solución a un problema de inmigración ilegal, drogas y seguridad nacional. De nada sirve sostener que la mayoría de la droga a los Estados Unidos entra por los puntos de control aduanero. O que una gran cantidad de inmigrantes ilegales ya se encuentran en el país y otros han permanecido más allá del período otorgado en sus visas. O que el movimiento inmigratorio hacia los Estados Unidos desde México ha disminuido. O que los inmigrantes ilegales están saliendo de los Estados Unidos por una u otra razón. Mediante un twitteo es difícil explicar todo esto. Pero el solo hecho de ser propuesta una muralla de concreto o acero es suficiente para convencer a millones de ciudadanos que la respuesta de su Presidente es la correcta. Una entrevista televisiva pudiese poner a un Presidente en aprietos frente a los hechos. Un twitteo es una comunicación de una sola vía. No espera un debate, aunque se pueda dar entre los seguidores. Cuando el tweet proviene de una persona con autoridad o poder es como un mandato. Sus seguidores lo santifican.
El mundo se encamina a buscar cada vez más respuestas de inmediatez no importa la complejidad de los problemas confrontados. Un tweet te puede determinar la dirección de la posición del país sobre un tema particular. Producir consecuencias inesperadas por ignorancia o impulsividad. Cuando los políticos se suman a esos movimientos de las redes sociales ausentes de un diagnóstico preciso o producto de una respuesta emocional a los problemas confrontados es cuando verdaderamente podemos hablar de populismo. El populismo es una solución mediocre a problemas complejos con el fin de apaciguar a las masas y que a la larga empeoran la situación. Los que no creen en el calentamiento global se suman a un tweet del Presidente Trump alegando temperaturas árticas en el norte de los Estados Unidos en enero pasado para confirmar su inexistencia. Las redes nivelan a los protagonistas de las interacciones ciudadanas, son más propicios a respuestas y soluciones emocionales o simplistas a problemas complejos y terminaran minando los procesos democráticos. Así como no puede existir democracia sin pesos ni contrapesos entre distintos órganos del Estado y un claro respeto por las instituciones tampoco esa posible la democratización a través de las redes sin razón instrumental de por medio.
Totalmente de acuerdo. Los problemas sociales no se debaten en un twitt porque aveces no se conoce el origen y se manipula con otra intención. La verdad es que No se puede creer mucho en la intencion de las redes.