La vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo, dijo este domingo que su país debe “valorar” integrarse en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para mejorar su institucionalidad, aunque reconoció el rechazo que podría generar por los “Panama papers” y las listas negras.
“Panamá debe realmente valorar entrar a la OCDE porque es un grupo de países con estándares institucionales y mediciones del avance institucional muy robusto”, indicó De Saint Malo en una entrevista concedida al Canal RPC.
Según De Saint Malo, la entrada de Panamá en esa Organización “empuja la robustez de la institucionalidad panameña, que deja mucho que desear. Panamá es un país con una economía de primer mundo, pero nuestras instituciones se quedaron atrás”, indicó.
Sin embargo, reconoció que “habrá alguna gente que no le va a gustar”, ya que “como hemos tenido el tema de las listas, para muchas personas la OCDE es como si fuera una mala noticia”, sostuvo la funcionaria.
El sistema financiero panameño fue duramente criticado en 2016 tras el escándalo de los denominados Papeles de Panamá (Panama Papers), una filtración de documentos que revelaron cómo desde un despacho panameño de abogados se crearon infinidad de sociedades opacas.
Algunas de esas sociedades habrían servido a personalidades mundiales para evadir impuestos y blanquear capitales.
Tras el escándalo, la OCDE acusó entonces a Panamá de ser “el último gran reducto” para ocultar fortunas offshore.
Desde entonces el gobierno panameño aceleró una serie de reformas para blindar el sistema financiero y penalizar la evasión fiscal con la cárcel. Además, desde 2018 inició el intercambio automático de información financiera bajo los parámetros exigidos por la OCDE con 33 jurisdicciones.
Panamá ha sido también incluido en diferentes listas sobre paraísos fiscales, pero ha salido recientemente de la elaborada por la Unión Europea, y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que lucha contra el blanqueo de capitales, evaluó recientemente al país y no le incluyó en su lista gris.
“Panamá es un país absolutamente colaborador en la lucha contra el blanqueo de capitales”, afirmó De Saint Malo.
Sin embargo, algunos sectores panameños rechazan ofrecer información financiera y fiscal porque consideran que el país entrega su soberanía y que el sistema financiero pierde competitividad.
“La OCDE no sólo es el tema fiscal, es un centro de pensamiento, una instancia colaborativa de los países más desarrollados del mundo, y Panamá debe aspirar a sentarse allí. Al final, los estándares que la OCDE define, de todas maneras, nos los aplican”, dijo De Saint Malo.