El cardenal prestó declaración por cerca de seis horas, renunciando a su derecho de guardar silencio, según dijo su abogado Juan Domingo Acosta, al final de la extensa diligencia.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz, exarzobispo de Santiago, prestó este jueves una extensa declaración judicial en calidad de imputado por encubrir abusos sexuales al interior de la Iglesia chilena.
Errázuriz, de 85 años, exmiembro del Consejo de Cardenales que asesora al papa Francisco para una reforma a la curia, fue citado como “imputado” del delito de encubrimiento habitual de abuso sexual a menores, según declaró este jueves a periodistas el fiscal, Emiliano Arias.
“La imputación en este caso se refiere a su conducta: al cumplimiento o incumplimiento de obligaciones como arzobispo” de proteger a las víctimas, dijo Arias.
El cardenal prestó declaración por cerca de seis horas, renunciando a su derecho de guardar silencio, según dijo su abogado Juan Domingo Acosta, al final de la extensa diligencia.
“Él (Errázuriz) es la persona más interesada en que estos hechos sean esclarecidos”, dijo el jurista, que negó los cargos de encubrimiento: “Aquí no ha habido la intención de facilitarle a otros o la huida o borrar huellas de delitos ni nada por el estilo, que son las conductas que la ley penal califica como encubrimiento”.
Errázuriz, al frente del Arzobispado de Santiago entre 1998 y 2011, es investigado en 10 causas, además de una querella “por falso testimonio” en el llamado “caso Karadima”, sobre los abusos que cometió el influyente sacerdote Fernando Karadima en la década de los 80.
Por este caso, la Iglesia chilena fue condenada el miércoles a pagar una indemnización de casi 450.000 dólares por el “daño moral” causado a tres víctimas de Karadima, protagonista del caso que sacó a la luz la cultura de abusos del clero chileno denunciada por el papa Francisco.
En un fallo unánime, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió la demanda civil en contra de la Iglesia católica y ordenó pagar la indemnización al médico James Hamilton, el filósofo José Andrés Murillo y el periodista Juan Carlos Cruz.
Karadima, quien fuera un influyente religioso y formador de varios obispos, fue condenado en 2011 por el Vaticano por abuso sexual a menores y relegado a una vida de oración y penitencia, pero no fue expulsado del sacerdocio hasta el año pasado, cuando Francisco anunció su dimisión en línea con su promesa de “tolerancia cero” a los abusos.
La Justicia chilena declaró prescrita la causa penal en contra de Karadima.
La sentencia judicial considera que la Iglesia fue negligente al no investigar las denuncias que las víctimas de Karadima presentaron ante el exarzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, removido el sábado pasado de su cargo por el Vaticano, y el cardenal Errázuriz.
En total, la Justicia chilena investiga 158 casos de abusos sexuales en contra de religiosos o laicos que involucran a 219 personas y 241 las víctimas, de las cuales 123 eran menores de edad al momento de ser abusados.