Ocho países latinoamericanos y el representante del opositor Juan Guaidó en Ecuador solicitaron el martes más fondos internacionales para atender a unos 3,5 millones de migrantes venezolanos en la región, frente a la prolongada crisis económica y política en Venezuela.
Delegados de gobiernos reunidos en Quito instaron la entrega de ayuda económica no reembolsable para “coadyuvar solidariamente” a 16 naciones que están acogiendo o sirven de tránsito a los migrantes.
Se requieren “acciones concretas” de apoyo financiero, expresó a la prensa el viceministro ecuatoriano de Movilidad Humana, Santiago Chávez, anfitrión de la cita técnica a la que asistieron enviados de agencias de la ONU, el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“No estamos realmente muy satisfechos con lo que están haciendo los bancos en materia de cooperación financiera. Estamos pidiéndoles que hagan más de lo que están haciendo. Eso es lo que amerita esta situación grave y urgente”, agregó.
Sin embargo, Chávez evitó cuantificar las necesidades financieras.
Solo Ecuador, que alberga a unos 250.000 venezolanos registrados, demanda 550 millones de dólares para sus planes hasta 2021.
La ONU solicitó en diciembre donaciones por 738 millones de dólares.
Unos 3,5 millones de venezolanos se encuentran en la región, señala una declaración conjunta de la tercera reunión del denominado “Proceso de Quito”, que Ecuador promueve para coordinar esfuerzos ante la oleada migratoria.
La ONU calcula que a finales de 2019 la cifra de migrantes alcance los 5,3 millones.
Tras la cita de dos días, el documento fue firmado por representantes de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Además lo suscribió René de Sola, embajador en Quito designado por Guaidó, jefe parlamentario reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos.
El gobierno de Nicolás Maduro se ha marginado del “Proceso de Quito”, que continuará en Buenos Aires el 4 y el 5 de julio.
La declaración dejó sentada la preocupación frente a la grave crisis migratoria y humanitaria y resaltó acciones de naciones latinoamericanas, como la exoneración de requisitos, para regularizar a migrantes sin documentos de viaje.
Venezuela afronta la peor crisis con hiperinflación, escasez de productos básicos y graves fallas en la asistencia médica y los servicios públicos.
Pese a la presión internacional para que deje el poder, Maduro se afianza en los militares para enfrentar lo que considera un intento de invasión a su país por parte de la oposición, Estados Unidos y sus aliados.